La UNESCO ha distinguido a la Argentina, incorporando sitios naturales y culturales de relevancia a su lista de Patrimonio Mundial.
La Convención del Patrimonio Mundial fue firmada en 1972, y se ocupa de preservar en forma sostenible tanto monumentos, manifestaciones culturales, o lugares naturales privilegiados que se encuentran en situación desprotegida. Desde entonces, 187 países han ratificado la Convención.
Se trata de bosques, montañas, lagos, cuevas, desiertos, edificios, monumentos o ciudades que han sido nominados y confirmados para su inclusión en la lista mantenida por el "Programa Patrimonio de la Humanidad", administrado por el Comité Internacional compuesto por 21 estados miembros.
Bajo ciertas condiciones, los sitios mencionados pueden obtener financiación para su conservación por parte del "Fondo para la conservación del Patrimonio de la Humanidad".
Son símbolos de la toma de conciencia de los Estados y de los Pueblos acerca del sentido de esos lugares y emblemas, de su apego a la propiedad colectiva, así como de la transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras.