Siglos y generaciones de indígenas, patriotas y hombres visionarios hicieron de este suelo un lugar rico en cultura, tradiciones e historia. Para encontrar sus raíces hay que remontarse al legado de los pueblos primitivos, a la acción libertadora de los criollos, a los personajes que forjaron la industria azucarera y a los intelectuales que transformaron a la provincia en el centro del movimiento cultural del norte argentino.
Cuando a mediados del siglo XVI los españoles llegaron por primera vez a la tierra del Tucumán actual, ya estaba poblada por tres poblaciones indígenas: Lules, Diaguitas y Tonocotés. Naciones que desarrollaron particulares modos de vida. De ellos nos quedó una abundante toponimia y, hoy su historia nos llega por medio de las ruinas arqueológicas, los mitos y las tradiciones, que muchos habitantes de los valles todavía conservan.
Al iniciarse el siglo XVII Tucumán se extendía por una vasta porción de territorio llegando a ocupar las actuales provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba y La Rioja. En1565, en el sitio denominado Ibatín Diego de Villarroel fundó San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión, que 120 años después fue trasladada a su actual emplazamiento, unos 40 km. al norte. Pero gran parte de nuestra rica historia cultural proviene de la gesta libertadora. La casa de Doña Francisca Bazán de Laguna fue la que albergó a los patriotas que pertenecieron al histórico Congreso de 1816 y, desde ese día, se la conocerá como la Casa de la Independencia. Tucumán protagonizó la llegada de la libertad a esta nación.
Después vino el progreso, con humeantes chimeneas de los grandes ingenios azucareros que pertenecieron a prestigiosas familias de la provincia. Hombres y mujeres laboriosos transformaron a Tucumán en pionera de la industria pesada en América Latina. Esta tierra fue cuna de numerosos intelectuales y artistas que llegaron a alcanzar gran reconocimiento. Juan B. Alberdi, sentó las bases para la futura Constitución Nacional. Nicolás Avellaneda y Julio A. Roca, como presidentes, ocuparon el sillón de Rivadavia. El arte y el talento de Lola Mora recorrieron el mundo entero y Miguel Lillo, entre otros célebres personajes, trazó los caminos de la investigación científica y biológica.
A Tucumán se lo conoce no sólo por sus espléndidos paisajes, sino también por sus valiosos edificios, teatros, museos, plazas y parques. La Casa Histórica, La Casa de Gobierno, La Federación Económica, el Jockey Club, el Museo Timoteo Navarro, La Casa Padilla, el Parque 9 de Julio, sirven de ejemplo.
También por el constante movimiento intelectual, la provincia es sede de numerosos congresos y seminarios, la mayoría de los cuales se los dicta en la prestigiosa Universidad Nacional de Tucumán, institución que recibe todos los años a cientos de jóvenes provenientes de Salta y Jujuy.