El Museo Arqueológico El Cadillal, en la provincia de Tucumán, reabrió sus puertas tras una década durante la cual sus piezas, de enorme valor histórico, permanecieron ocultas sin poder ser apreciadas por el público. Ubicado a metros del Dique Celestino Gelsi (El Cadillal), a 26 kilómetros de San Miguel de Tucumán, el museo permite conocer aspectos de la cultura candelaria, habitante de esta zona del norte argentino, la cual ocupaba la zona de las sierras de Medina, actual Reserva Provincial Aguas Chiquitas.
Durante el paseo, pueden divisarse vasijas, morteros, puntas de flecha, entre otras piezas, además de numerosos paneles informativos. El museo es un atractivo principal en el Circuito de las Yungas ya que combina cultura en un marco natural imponente.
Hace diez años, y por falta de mantenimiento, ante la ausencia de aportes económicos y presupuesto suficiente, fue clausurado. Una década después, los objetos que ya habían sido invadidos por la inclemencia del paso del tiempo casi muestran asombro al verse, nuevamente, bajo un cuidado extremo y a disposición del público.
Esta obra, que comenzó hace dos meses, fue encarada por el Ente Tucumán Turismo con el objetivo de volver a poner en valor la zona del dique El Cadillal. "Una de las finalidades principales de nuestro plan de gobierno es el de fortalecer los circuitos turísticos de la provincia y El Cadillal, dentro del circuito chico, es una parte fundamental; por eso decidimos reabrir al público este museo", destacó el presidente del Ente, Bernardo Racedo Aragón.
La obra de restauración estuvo a cargo del museólogo Gabriel Miremont y la arquitecta Adriana Estrelles. Diferente al concepto popular de museo, este espacio busca una interacción con quien lo visite y, según explicó Miremont "no importa si uno es especialista o no, está todo armado de manera tal que la gente al entrar pueda interiorizarse con la cultura Candelaria y Belén, conocer como vivían y entretenerse".
Dentro del edificio se exponen 150 piezas, ubicadas mayormente en vitrinas, envueltas en un color verde llamativo que llena de vida al lugar. Uno de los encantos del nuevo museo es la incorporación de un espacio exclusivamente para los chicos, un miniarenero con herramientas y trozos de cerámica enterrados para que los niños puedan jugar a ser arqueólogos por un día.
Próximamente, se hará un pozo para mostrar, en pequeña escala, cómo obtienen los expertos los objetos antiguos. La región arqueológica de la que se nutre el museo se encuentra emplazada en el dique Celestino Gelsi. Se la conoce como subárea de Selvas Occidentales, abarca el este y centro de Jujuy, este de Salta y el centro y norte de Tucumán. Está rodeada por pequeñas elevaciones y es una región muy lluviosa llamada Selva Tucumano-Oranense, que cuenta con un suelo rico para el cultivo y la cría de ganado.
En 1965 con el llenado del embalse, comenzaron a "lavarse" las costas, lo que motivó las primeras excavaciones (1971/72) en algunos cementerios aborígenes localizados en las márgenes del espejo de agua. En la región confluyen múltiples evidencias de culturas prehispánicas como San Francisco, Candelaria, Ciénega y Santa María.
Las diferentes culturas conocidas hoy en el noroeste argentino han sido clasificadas utilizando la cerámica como elemento distintivo teniendo en cuenta los aspectos técnicos e iconográficos, los que no indican las diferencias étnicas.
Fuente: La Capital Turismo
http://www.lacapital.com.ar/ed_turismo/2009/8/edicion_43/contenidos/noticia_5021.html