Su belleza sólo se iguala al señorío de las villas y escenarios naturales de su sinuoso itinerario: Yerba Buena, San Pablo, Villa Nougués, San Javier, Raco, El Siambón, El Saladillo y el Dique Celestino Gelsi.
Este recorrido invita a tomar un primer contacto con la exuberante selva de yungas. El paseo comienza en Av. Mate de Luna, columna vertebral de la ciudad, la que conduce hasta Yerba Buena. Zona residencial con calles arboladas y pintorescos chalet rodeados de verdes y floridos jardines, bares, restaurantes, shopping, numerosos clubes deportivos y campos de golf donde se desarrollan importantes eventos.
Camino a la Rinconada, por Av. Solano Vera, el circuito pasa por el ex Ingenio San Pablo, testimonio de lo que fue en su momento una de las fábricas azucareras más destacada de la provincia. El camino permite ir introduciéndose en la exuberante Selva de Yungas donde predomina bosque de molles, lapachos, tipas, laureles y jacarandaes. La imagen de un Cristo forjado en hierro indica la llegada a Villa Nougués, construida entre lomas y quebradas. Esta hermosa localidad de casas veraniegas data de 1899, destacándose una capilla medievalista, una agradable hostería y un campo de golf enmarcado por el soberbio ambiente montañoso.Con hermosa vista hacia los valles, unos kilómetros más adelante se encuentra Loma Bola , base predilecta para los aficionados al deporte del parapente.
Tras continuar por el camino de cornisa, un gigantesco cristo redentor anuncia la cumbre del cerro San Javier a 1270 m s.n.m. Desde sus praderas y lomadas se tiene inigualables vistas panorámicas de la ciudad. Esta villa nació en 1942 junto a la Hostería Club Sol que invita a detenerse para almorzar y hospedarse, pasando una jornada agradable, disfrutando del paisaje y de los vuelos de parapentistas y aladeltistas. Continuando por RP 340, hacia el norte y antes de llegar al valle de La Sala, está el acceso a la Cascada del río Noque, donde este paisaje de nuboselva se combina con el encanto de un chorro de agua que desciende por las resbaladizas rocas hasta caer en un piletón cristalino.
Tras empalmar con ruta 341, el camino lleva hacia Raco y El Siambón donde se aprecian bosques de pinos en los campos que circundan al monasterio de los monjes Benedictinos, construido con piedras del lugar y situado en la cumbre de una alta lomada. Se destaca la capilla por su sencillez y luminosidad. En la entrada hay un puesto de venta de los tradicionales productos que los monjes preparan desde varias décadas, como licores, jaleas, dulce de leche y miel. Muy cerca de allí, una cancha de golf invita a disfrutar de sus greens rodeados de selvas y pronunciados desniveles, junto a un country que satisface las exigencias del confort.
Forman parte de este recorrido, regresando por RN 9, el Dique Celestino Gelsi, antiguamente llamado “El Cadillal”, donde se puede realizar actividades naúticas (esquí acuático, regatas, remo, windsurf, jetsky, vela) y recorrer el dique en el Catamarán Arquímides. Y no olvidarse de la pesca deportiva (tarariras, bagres, mojarras, pejerrey), como así también el Viaducto El Saladillo, magnífica obra de ingeniería declarada M.H.N en el año 2000. El final de este paseo será nuevamente la ciudad de San Miguel de Tucumán.