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Historia - Rafaela

Primitiva Población

Como toda la región pampeana, el territorio correspondiente a lo que es hoy el Departamento Castellanos estaba habitado en el período colonial y en los primeros 50 años de vida independiente solo por tribus nómades.

El primer asentamiento de población blanca tuvo lugar en la actual Sunchales (1747).

En 1799 Sunchales contaba con 1.113 habitantes, sin contar la reducción indígena; era posta obligada entre Santa Fe y Santiago del Estero, y el hecho de contar con una iglesia y un sacerdote demuestra la importancia que había adquirido.

Sin embargo, Sunchales comienza a despoblarse debido a los continuos ataques indígenas y al éxodo de la población que participaba en las campañas militares del momento.


Formación de Rafaela

En el Departamento Castellanos, el proceso colonizador corresponde al llamado período de colonización particular.

La mayor parte de los agricultores provenían de Italia del Norte, sobre todo del Piamonte.

RAFAELA se conforma en 1881 con 11 familias en tierras de terratenientes porteños cuya venta habían encargado al empresario GUILLERMO LEHMANN.

Desde sus primeros años supera a colonias más antiguas, constituyéndose en la población más importante del Departamento, situación que se refuerza con su posición privilegiada en el diseño de las líneas ferroviarias: el Ferrocarril Santa Fe a las colonias(1886); el Ferrocarril Central Córdoba; el Ferrocarril Central Argentino (1887), y el Tranway a Vapor de Rafaela (constituido por capitales locales en 1883) comunicaron a la localidad con el resto del país, y permitieron una rápida salida de la producción agropecuaria, pasajeros y correspondencia a través de los puertos de Santa Fe y Rosario.

En el censo nacional de 1895, RAFAELA registraba una población de 2.208 habitantes, lo que representa el 7.4% del total del Departamento Castellanos, y el 23.3% del total de la población urbana.

Entre los censos de 1895 y 1914, todo el departamento tiene un fuerte crecimiento de poblaciones. Nuestra ciudad, que en el período intercensal es prácticamente el único centro urbano en crecimiento sostenido dentro de Castellanos, concentra hacia 1914 el 52.2% del total de población urbana del distrito.


Colonia, Pueblo, Ciudad

En la evolución político-administrativa de nuestra localidad pueden diferenciarse tres períodos:

COLONIA: desde su formación hasta 1885; la única autoridad de la colonia era el Juez de Paz, representante del Gobierno Provincial.

PUEBLO: desde 1885 hasta 1912; la administración de los intereses públicos se encuentra en manos de una Comisión de Progreso primero, y una Comisión de Fomento a partir de 1886. Los vecinos que la integran son designados por el Poder Ejecutivo Provincial.

CIUDAD: a partir de 1913, cuando la población alcanza los 8.242 individuos, los destinos de la cosa pública son regidos por un Concejo Municipal electo por los vecinos, y un Intendente Municipal designado por el Gobernador de la Provincial.


Colonización Agrícola

El Gobierno Nacional con asiento en Entre Ríos realiza a mediados del siglo XIX los primeros intentos efectivos de instalar agricultores europeos.

Coincidente con esta política, en 1856 y mediante un acuerdo entre la Provincia de Santa Fe y empresarios privados, se funda primero la colonia Esperanza, luego San Jerónimo y poco después San Carlos, con inmigrantes de origen suizo-alemán.

Estas colonias agrícolas durante sus primeros años constituyeron núcleos autosuficientes que soportaron innumerables dificultades climáticas, y en repetidas oportunidades serios rozamientos con los grupos indígenas que paulatinamente se retiraban hacia el norte.

Pese a la falta de posibilidades económicas que determinó un ritmo lento de expansión, este tipo de colonización posibilitó el asentamiento de pobladores europeos dedicados a la agricultura, especialmente de origen italiano; y su ritmo se aceleró vertiginosamente cuando el negocio de colonización pasó a manos privadas.

Luego de la unificación del país y de un intenso proceso de luchas internas que culminó con la federalización de Buenos Aires y el acceso al poder de una elite liberal, hacia 1880, comienza el gran impulso colonizador con base en la extensión de las líneas férreas y la integración a gran escala de la Argentina al mercado mundial como productora de cereales.

La colonización privada incentivó la venta especulativa de tierras en el período 1880-1895, especialmente en el centro-oeste de la Provincia de Santa Fe. Advertidos los terratenientes del proceso de valorización constante de sus tierras, comienzan, a partir de la última fecha mencionada, a limitar las ventas de sus propiedades; y los agricultores sólo son admitidos como arrendatarios temporarios.


Crecimiento Económico

El mecanismo económico de la colonización conformaba un circuito relativamente simple: tierras vendidas en cuotas de vencimiento anual, pagaderas luego de cada cosecha; agricultores que se convierten en propietarios de los predios de cultivo mediante la venta del trigo cosechado a acopiadores o molinos, quienes despachan a los puertos por medio del ferrocarril.

El sistema de acopio se completaba con una extensa red de comerciantes que proveían a los colonos de los insumo necesarios para la subsistencia, a pagar con la cosecha. Muchos de estos comercios se convirtieron en acopiadores por cuenta de firmas radicadas en Buenos Aires, que monopolizaban las operaciones externas e internas de compra y venta, colocándolas en posición privilegiada para negociar con los productores.

Las únicas industrias presentes en RAFAELA en las dos últimas décadas del siglo XIX eran las de transformación, sobre todo molinos harineros.

Al iniciarse el nuevo siglo, los productores campesinos comenzaron a reaccionar contra la producción única de cereales, debido principalmente a la inseguridad de las cosechas y los precios en el mercado internacional; aparecen entonces importantes industrias artesanales (Fábricas de carruajes, talabarterías, cervecerías, fábricas de pelucas, etc.) y la cría de ganado vacuno y porcino, diversificándose en formas significativa una economía local signada por el laboreo de la tierra.

Durante los años de la primera guerra mundial (1914-18), el tambo adquiere gran difusión merced a la paralización de las explotaciones de granos y a la instalación de los primeros establecimientos lácteos denominados "nueserías" y "cremerías", aunque la consolidación definitiva de estas actividades llegará recién en 1924-25. En forma paralela, aumentan los planteles ganaderos, y surge la primera industria de chacinados ("Lario"), que con el tiempo será factor de intenso desarrollo para la ciudad.


Industria y Comercio

La participación de los comerciantes en la vida comunitaria fue en todo momento muy activa, y demuestra la importancia de esta actividad en RAFAELA. Un rápido análisis de la Guía Argentina de 1898 permite enterarnos que para ese año Rafaela contaba con un gran número de tiendas, negocios de comestibles, ferreterías, fondas y despachos de bebidas, herrerías, acopiadores, talabarterías, mecánicos, albañiles, fábricas de carros, ladrillos , licorería, cremería y molino, tal como existían en otros pueblos del departamento; pero además había una fábrica de cal, pinturería, electricistas, cervecería, imprenta, canastería, armería, lonería, lavadero, cochería fúnebre, restaurantes, un "café y teatro", confiterías, curtiembres, librería, establecimientos dedicados a la fabricación en menos escala de chacinados, colchonería, cigarrería, empresas de colonización y una agencia de pasajes.


Fuente: rafaela.gov.ar

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