Las condiciones naturales de su puerto posibilitaron el atraque de buques de gran calado.
En los primeros años, fué destino de colonos de orígenes europeos que hoy conforman su población.
La ciudad, por su ubicación fue protagonista de las luchas territoriales del siglo XIX sufriendo los conflictos de la guerra con el Paraguay y la epidemia de la fiebre amarilla.
Se ha convertido con los años en una de las principales productoras de cítricos de la región y del país incentivando a la inversión de industrias las que funcionan actualmente y constituyen uno de los motores de la economía local.