• Facebook
  • RSS

Historia - Villa Yacanto

UBICACIÓN TEMPORAL
La zona en que se ubica nuestro producto turístico estaba habitada primitivamente por Los Comechingones quienes se situaban el cordón montañoso compartido por las provincias de Córdoba y San Luis. Formaban pequeños pueblos independientes, regidos por caciques.

Los antiguos habitantes de estas tierras hablaban en su mayoría la lengua sanavirona, aunque también coexistían otros dialectos particulares como el henia y camiare. De sus costumbres, forma de vida, dialectos y lenguas, existen muy pocos rastros. Pero si subsisten formas de relacionarse con el paisaje y con la tierra en términos no agresivos con el medio ambiente, manifestado en muchas de las costumbres de los criollos que pueblan la zona.


EL ORIGEN DE VILLA YACANTO DE CALAMUCHITA
Yacanto de Calamuchita, tiene su origen en una merced que el Gobernador Pedro de Marcado de Peñalosa hizo al Gral. Manuel de Fonseca Contreras el 15 de octubre de 1598.A la muerte de Fonseca Contreras, su viuda Doña Leonor de Tejeda Mirabal funda en 1613 el Monasterio de Santa Catalina de Seña y entrega todos sus bienes para la nueva Fundación Religiosa.

Poco tiempo después, el 9 de noviembre de 1616, el Monasterio de Santa Catalina vende las tierras que tiene en las sierras, junto al pueblo de Calamuchita, llamada Guaepulo y por otro nombre, Iluimin, que tienen una legua de bosque al Capitán Hernando de Tejeda Mirabal por la suma de $ 225, de la que tomó posesión en el asiento de GUAEPULO el 28 de diciembre de 1616.

El mismo Tejeda de Mirabal, solicita, años más tarde, al Gobernador don Lucas de Figueroa y Mendoza una merced de amparo el 9 de mayo de 1663. Dice en su escrito: que posee dos mercedes hace cincuenta años, una por compra al Monasterio de Santa Catalina, que linda con el pueblo de su encomienda, en el sitio nombrado GUAYPULO, merced hecha al Gral. Fonseca con una legua al Oriente a la par de dicho pueblo, y otra al Poniente y media al Sur y media al Norte". La otra merced que linda con la anterior, tiene del Oriente a Poniente hasta la Sierra Grande, legua y media y de Norte a Sur tres cuartos de legua por banda. Esta merced la había hecho el Gobernador Don Luis de Quiñónez Osorio.

Con posterioridad, estas dos mercedes fueron propiedad de la Compañía de Jesús, y formaban parte de la gran Estancia de San Ignacio de los Ejercicios.

Después de la expulsión de las Misiones Jesuíticas, por orden del Rey Carlos III en 1767, Don Dalmacio Vélez (padre de Dalmacio Vélez Sarsfield) realiza la mensura de esta extensa propiedad, que inició el 29 de noviembre de 1768, junto al Juez subdelegado Don Diego de Las Casas, quien también estuvo a cargo del inventario, según consta en el documento Compañía de Jesús, mensura e inventario de bienes de la Ea. San Ignacio. Serie Escribanía 2, legajo 40; expediente 12 - año 1767. Archivo Histórico de Córdoba.

En al año 1772 compra San Ignacio y sus puestos (incluido Yacanto) Don José Antonio Ortiz del Valle.

Entre 1841 y 1842 se realiza la sucesión de María Gregoria Ortiz, hija de José Antonio Ortiz del Valle y viuda de Pedro Nuñez, dueño de la Estancia Santa Rosa, según consta en el documento "Partición y adjudicación de Bienes de María Gregoria Ortiz - Legajo 138 - Expte 14". Archivo Histórico Córdoba.

El 14 de Diciembre de 1861, Doña Francisca Antonia Núñez (hija) y Doña Mercedes Prado de Baños (nieta), ambas sucesoras de María Gregoria Ortiz venden a Aufiloquio Villagra, la estancia de Yacanto, con una legua y media de frente por tres leguas y media de fondo.

El casco de la Estancia, según cuenta Doña Layda Alvarez de Villagra (única descendiente de la familia Villagra en la zona), se constituía de una hilera de habitaciones con una galería en común hacia el poniente y sus paredes estaban pintadas de rosa. Siendo la principal actividad de la Estancia la cría de ganado bovino y ovino. Se contrataba mano de obra a los que se les fue pagando con parcelas de campos. Este fue el primer modo en que fueron surgiendo las divisiones de la tierra con el consiguiente asentamiento de familias y la formación del poblado.

En los faldeos de las Sierras Grandes se levanta Villa Yacanto, una pequeña población que fue uno de los puestos de la Estancia Jesuítica de San Ignacio. Se cree que su nombre proviene del cacique Yan o de la conjunción de "yaco" (agua en quechua) y "canto" (piedra en castellano).

Como resultado de este origen se han conservado hasta el presente las siguientes características:

Una subdivisión de la tierra que teniendo sus orígenes en las mercedes originales han sido afectadas por las sucesivas y por especulativas acciones, tanto en la época de loteos (mediados de la época del `50), como en la deforestación (década del `80).

Todo esto provocó explotaciones rurales de mediano tamaño que prolongan la forma de explotación inicial, incorporando la explotación forestal.

El sobrepastoreo, la excesiva carga animal y los incendios provocados son características permanentes de esta forma de explotación.

Son notables últimamente los intentos de provocar explotaciones mas intensivas que las tradicionales con su peligro potencial para el equilibrio ambiental, sin descontar los incendios forestales provocados intencionalmente o por desidia.


Fuente: Villayacanto.gov.ar

Turismo en Argentina :: Recorriendo Argentina los 365 días del año
Buscar hoteles en Villa Yacanto
Fecha de ingreso:  
Fecha de salida:  
Notas y articulos
365argentina.com
La guía online de Argentina los 365 días del año
www.365argentina.com
Desarrollado por