Bahía Bustamante fue un pueblo alguero durante el siglo pasado, aunque en la actualidad sigue viviendo al ritmo de las mareas.
Es una verdadera joya de la Patagonia, en medio Parque Nacional Marino Patagonia Austral.
Las referencias mas cercanas son Camarones y Comodoro Rivadavia, desde donde hay que recorrer varios kilometros de ripio sin muchas indicaciones, para al fin llegar a Bahía Bustamante, este punto perdido en los mapas del sur de la provincia de Chubut.
Este pueblo lleva el nombre de la bahia donde está ubicado, frente al mar azul profundo similar a otros mares de la Patagonia. Es un pueblo pequeño formado por casas bajas, modestas y espaciadas, con una iglesia, una plaza, un cementerio y la costanera que es la calle principal.
Bahía Bustamante es como un pueblo privado, que se construyo a medida que crecia una empresa alguera, que hace 50 años está en manos de la familia Soriano.
El pueblo fue transformandose en hotel, donde las casas de los antiguos obreros algueros fueron convertidas en habitaciones, o bungalows, para recibir turistas.
Desde el año 2009, esta zona costera de la estancia Bahía Bustamante forma parte del Parque Nacional Costero-Marino Patagonia Austral. Esta área protegida abarca 130.000 hectáreas de costas, islas y mar de la Patagonia Argentina.
Se organizan circuitos turisticos por donde fueron los “campos de algas” de su abuelo, visitas a pingüineras y paseos en barco y a caballo.
Se puede realizar excursiones en barco para llegar a ver pequeñas colonias de lobos marinos, pingüinos de Magallanes y varias especies de aves.
Otra actividad que se puede realizar, es un trekking en medio de un bosque petrificado dentro de los límites de su estancia. Se camina literalmente sobre un bosque de varios millones de años.
Antiguamente, el lugar se llamaba Bahía Podrida, a causa del aroma de la gran cantidad de algas que había en las playas y en las aguas costeras. El hedor se hacia sentir, pero el abuelo Soriano comenzó él mismo a hacer la extracción de algas que luego fue una empresa floreciente y llegó a exportar algas a todo el mundo. Hoy sigue funcionando la empresa pero se mudó un poco mas al norte y el pueblo se reconvirtio al turismo.
La casa original de fundador Soriano, es una casita de material al borde del mar, que aún se conserva como recuerdo de la historia del lugar.
Los locales ya no viven en las casitas al borde del mar, donde fueron reemplazados por turistas que llegan desde todo el pais y el mundo.