Publicado: 21/02/2010
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Fuente: La Nación Turismo
A 15 km de Luján, Carlos Keen es un pueblo que permanece detenido en el tiempo, donde se destacan casas que preservan su fachada tradicional, una capilla de estilo neorromántica, una antigua estafeta postal, una estación de tren perdida en el pasado, y abuelos que por las tardes se sientan en la puerta de las casas a tomar fresco, acompañado de mate y pastelitos.
Sin embargo, y pese a atesorar sus características originales de 1800, esta aldea de alrededor de 400 habitantes se ha convertido en una importante oferta gastronómica, que invita a sus habitantes y turistas a degustar sus exquisitos platos criollos y sus más variados productos regionales artesanales, como por ejemplo picadas, escabeches, carnes al asador y las pastas de la abuela.
Carlos Keen fue fundado el 12 de agosto de 1881 como resultado de la estación del ferrocarril del ramal Luján-Pergamino. Según cuenta la historia, esta localidad de Buenos Aires lleva el nombre de un abogado argentino. Este hombre, amigo personal del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires don Dardo Rocha, se alistó en la guerra contra el Paraguay y luchó por su patria.
Si bien este sitio tuvo su esplandor allá por 1930 con sus más de 3000 personas, cambió con el cierre del ferrocarril en 1970. En la actualidad, su población se concentra alrededor de la vieja estación y su gastronomía autóctona.
Al pueblo, a 83 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, se llega tomando el Acceso Oeste hasta el kilómetro 72, luego se toma el camino conocido como el acceso a Carlos Keen, por el cual hay que transitar 10 kilómetros.
¿Qué recomiendo visitar?
El Granero de la estación Carlos Keen, donde se realizan eventos musicales, teatrales y cine; la capilla de San Carlos de Borromeo; el Museo Rural; el emprendimiento Mirmado al Sur, dedicado a la producción de miel y otras delicias. Ideal para salir del bullicio de la ciudad y disfrutar una exquisita gastronomía criolla...
Este pueblo me remitió al pasado. Recordé cuando mi abuelo, sentado en su banquito de madera y con su ginebra en mano disfrutaba de un atardecer rural. Postal similar a Carlos Keen.
Fuente: La Nación Turismo
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1235197
