Cuando se declaró a la ciudad de Buenos Aires capital de la República, se empezó a idear la construcción de una capital para la Provincia. El entonces gobernador, Dardo Rocha, fue el encargado de llevar adelante esta obra. Se realizaron estudios sobre el sitio de su emplazamiento y se eligió la zona de La Ensenada como el sitio ideal, encomendando al gobierno provincial la fundación de La Plata, nombre que la tradición atribuye al autor del Martín Fierro, José Hernández.
Un equipo de urbanistas comandado por el ingeniero Pedro Benoit, fue el encargado de diseñar la ciudad, llamándose a concurso internacional para los proyectos de los edificios públicos más importantes localizados en el “Eje Histórico” conservado hoy en forma intacta al igual que el diseño del trazado que es una de sus características más sobresalientes: un cuadrado, con diagonales que lo cruzan formando rombos dentro de su contorno, bosques y plazas colocadas con exactitud cada seis cuadras.
La Plata es una de las pocas ciudades del mundo proyectadas antes de construirse, su diagramación representa el pensamiento imperante en la época, puede afirmarse que es la primera construida en el mundo de acuerdo a las ideas republicanas, en medio del afianzamiento de la revolución industrial, la consagración de la ciencia positiva y el nacimiento de la utopía de una vida social más armónica y una concepción ambientalista sustentable. Esta ciudad es un modelo de planificación urbana de avanzada del Siglo XIX. Su fundación se concretó el 19 de noviembre de 1882.