Su nombre remite inevitablemente al «fin del mundo», aunque fuera el principio, o el origen, para onas y yaganes, los pueblos que nacieron en estas tierras. Occidente la destaca como la ciudad más austral del globo y de ahí buena parte de su fama, rodeada de mitos y leyendas que remiten a los primeros cruces por el canal Beagle y el estrecho de Magallanes, la avanzada de los primeros colonizadores y los ensayos iniciales por poblar esta lejana y fría isla.
Ushuaia es una de las perlas del turismo en la Patagonia y atrae visitantes de todo el mundo deseosos por poner sus pies en estos confines de eternas noches de invierno y un sol que nunca se pone en temporada estival. Una vez allí, el goce surge de recorrer la ciudad, con la luz especial que tienen esas latitudes; de tomar contacto con el canal Beagle y los alrededores; o simplemente dentro de una casa de té con vista a los bajos picos de la Cordillera.
En otoño e invierno la nieve está siempre presente en grandes cantidades y Ushuaia adquiere una fisonomía aún más atractiva, que despierta en muchos la imagen de una aldea de cuentos de hadas.
Es una ciudad muy joven, que no hace mucho tiene generaciones de los llamados NyC (nacidos y criados). Aún no supera los 80 mil habitantes, aunque presenta un importante -y algo fuera de control- crecimiento poblacional. Fue fundada hace apenas poco más de 125 años, el 12 de octubre 1884, y sus terrenos sirvieron inicialmente a la explotación ganadera. El clima adverso y la distancia de los principales centros comerciales dieron lugar a una «colonización penal» al estilo europeo, instalando allí, en 1920, lo que hoy es una de las cárceles fuera de funcionamiento más visitadas del mundo.
Se trata además de la única ciudad trasandina de la Argentina, ya que se ubica al otro lado del tramo más austral de la Cordillera de los Andes. De hecho, para llegar por tierra a Ushuaia -y a la provincia de Tierra del Fuego en general- es necesario cruzar por Chile.
Atractiva tanto en invierno como en verano, Ushuaia y sus alrededores tienen mucho que ofrecer para visitar y recorrer: el histórico presidio, junto a la atractiva red de museos que alberga en su interior; las navegaciones por sitios de gran riqueza natural como la Isla de los Lobos, y el pintoresco Tren del Fin del Mundo, que desemboca en el Parque Nacional Tierra del Fuego. En el entorno de la ciudad se encuentran el lago Fagnano, Tolhuin y bahía Lapataia, lugares privilegiados por la naturaleza.
También hay espacio para el deporte y la aventura, con la temporada de nieve más larga del país, de casi cuatro meses de duración, que comienza dentro de algunas semanas.
Fuente: Ámbito
http://www.ambito.com/suplementos/placer/noticia_suplemento.asp?ID=522549