Desde Ushuaia zarpan los barcos, donde es posible navegar el Beagle.
Este es uno de los pocos pasos que conectan el Océano Atlántico y el Océano Pacífico.
Ya desde el barco, se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad que maravilla a todos, mientras petreles plateados vuelan cerca de la embarcación.
Al zarpar, se puede apreciar a la derecha la península que protege a la ciudad de los vientos intensos, y al frente el territorio chileno y la isla Navarino.
Al acercarse al archipiélago Bridges, encontramos islas con colonias de lobos marinos y cormoranes magallánicos.
Y así, el barco va llegando a el clásico faro Les Eclaireurs, el mismo que alumbró a Julio Verne. Con 11 metros de altura, fue construido en una isla rocosa por la armada argentina en el año 1920, a 17 kms de Ushuaia.
En el regreso, el barco pasa por la costa de la estancia Túnel, donde hay restos arqueológicos de los habitantes originarios de la zona.