Península Mitre es uno de los sitios más remotos e inhóspitos de la Argentina, donde han ocurrido una gran cantidad de naufragios. Se estima que se produjeron cientos de naufragios en la zona.
En el Museo Fueguino de Arte en Río Grande, se puede encontrar vajilla, platos, tazas, jarros y otros objetos que se hallaron en playa Donata, en un sector de la costa próxima a la desembocadura del río Policarpo. Son llamativas las cajas de madera que se encuentran en muy buen estado.
Según los historiadores, una base de datos de naufragios para el Atlántico Sur, que incluye la Patagonia, los archipiélagos, y en algún caso incluyendo el Estrecho de Magallanes y ronda los 700 naufragios.
La península Mitre es un sitio casi inaccesible, no hay caminos, y la única forma de llegar allí es a caballo o en helicóptero.
Las cabalgatas son duras y para recorrer toda la zona demandan un mínimo de diez días, y los vuelos en helicóptero parten de Ushuaia y llegan luego de cinco horas sobrevolando la costa.
La empresa Heliushuaia vuela hacia la península Mitre en helicópteros de cuatro plazas. En invierno es dificil llegar por los vientos, y en los meses de verano se hacen hasta tres vuelos mensuales.
Al aproximarnos, el helicoptero sobrevuela la playa con los restos oxidados del Desdémona, un buque naufragado en el año 1985 que alimenta las leyendas de lo que ocurrió en el Sur.
El Desdémona es un carguero construido en Hamburgo en el año 1952 que quedó varado en las costas del cabo San Pablo, y hoy puede ser visitado cuando baja la marea.
Otro naufragio destacado es el del vapor Sarmiento, que en año 1912 dio contra las rocas de la costa del canal Beagle, frente a la estancia Remolino. Se puede ver su casco oxidado y los restos recuperados se exhiben en los museos de Ushuaia.
En la desembocadura del Río Liz, a 30 kms de Estancia María Luisa, es donde naufragó el Duquesa de Albany. Si la bajamar lo permite, el helicóptero aterriza junto a los vestigios del viejo velero. Un ancla asoma entre lo que parece haber sido la proa, hay pedazos de un mástil deshecho al que las algas han ultrajado por completo y resulta inconfundible el olor a madera muerta, húmeda, putrefacta. Rodeando los despojos, sólo un silencio de sepulcro.
Más al Sur se encuentran las ruinas de la Estancia Policarpo, fundada por Ruperto Bilbao en el año 1903 y abandonada 60 años más tarde, donde se levanta un faro centenario que guía a las naves a su paso por el muy peligroso Estrecho de Le Maire.
El Estrecho de Le Maire son 30 kilómetros, que separan el Península Mitre de la Isla de los Estados, donde se encuentran cientos de embarcaciones desaparecidas en esas aguas.