Es una travesía única e indescriptible, que se navega desde Punta Arenas a Ushuaia (y viceversa) en tres días, recorriendo el Estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle, el Paso Drake y, si hay buen clima, hasta el Cabo de Hornos.
Es digno de realizar este trayecto, que realizaron grandes historiadores y exploradores.
Saliendo desde Chile, la embarcación recorre fiordos solitarios hasta el Parque Nacional Alberto De Agostini donde se puede conocer la blanca Cordillera Darwin, que es el extremo Sur de los Andes y el Glaciar Marinelli, el más grande de todos los glaciares de la zona.
Si el lugar lo permite, se realizan desembarcos para ver y conocer los diques de castores que a pesar de ser simpaticos, causan desequilibrio en el ecosistema de la isla de Tierra del Fuego. En la isla hay 700.000 castores, que no son autóctonos, fueron introducidos, no tienen depredadores y derriban 400 árboles al año para hacer diques.
La travesía también es educativa, ya que hay muy buenas charlas sobre historia, glaciología y la fauna que se ve en cada desembarco, como ser pingüinos de Magallanes, elefantes marinos, toninas y aves como cormoranes, gaviotas australes, chimangos, carancas, halcones y skúas.
Siguiendo la navegación, se pueden ver el imponente glaciar Pía y se llega a la “Avenida de los Glaciares” (España, Romanche, Alemania, Italia, Francia y Holanda).
El lugar más esperado es Cabo de Hornos, que es el extremo más austral del mundo, que durante muchos años fue un paso clave para las rutas comerciales hasta que se abrió el Canal de Panamá. Aquí los vientos pueden llegar a los 100 kms/hora.
Otro punto a conocer es la Bahía Wulaia, que antiguamente fue asentamiento de los yámanas más grandes de la región, y luego continuamos para llegar a la costa de Ushuaia.