El pueblo de Cachi es un pueblo preexistente a la dominación española, habitado por indios diaguitas, cuya lengua es la kakana, que se habían instalado al pie del Cachi a fin de aprovechar el agua para sus ingeniosos sistemas de riego, que el conquistador luego adoptó, mejoró y amplió. Es un buen destino a la hora de elegir para pasar unos días alejados de la agobiante rutina y así poder entregarse al descanso y al relax rodeados de impactante naturaleza.
Su origen antiguo se remonta al año 1673 y su eje poblacional fue la Finca Hacienda de Cachi. Los padres jesuitas fundaron varias misiones a lo largo del valle, al hacerse el reparto de encomiendas en el año 1673 se le asignó a doña Margarita de Chávez la que correspondía a Cachi, figurando en 1719 como propietario de la misma don Pascual de Elizondo y más tarde a don Felipe de Aramburu.
Este poblado tiene un estilo colonial, mezclado con lo que dejaron de herencia sus primeros habitantes. Cuenta con una plaza central que esta rodeada de calles adoquinadas y con casas cuya base es de piedras, paredes de adobe y cal, tienen rejas de hierro forjado, techos de cardón o caña revestidas con barro. Sus veredas son altas de piedras y lajas. Sus calles empedradas, adoquinadas y de tierra que poseen canales de riego.
Cachi cuenta con numerosas confiterías, restaurantes y comedores que están ubicados cerca de la plaza central. En estos lugares el turista podrá darse el lujo de degustar sabrosas comidas típicas y por supuesto, acompañadas de exquisitos vinos regionales.
Para admirar la naturaleza y el señorío colonial de este pueblo se necesita recorrer 157 kilómetros que separan de la ciudad de Salta. En el camino se encuentran los siguientes atractivos turísticos:
Cuesta del Obispo: con su sorprendente y sinuoso camino, hasta llegar a su máxima altura en Piedra del Molino (3.620 metros).
Valle Encantado: con sus imponentes paisajes, donde la inevitable erosión eólica y la lluvia, han esculpido en miles de años insólitas y sugestivas bellezas.
Payogasta: pueblo blanquecino que conserva toda una gama de pintoresca tradición.
Parque Nacional Los Cardones: a pesar de asumir el carácter de un verdadero desierto, el paisaje es de una particular belleza y con especies representativas de especial importancia. Tiene una extensión de 70.620 hectáreas y es atravesado por la Recta de Tin-Tin, que fuera construida por los nativos del lugar valiéndose de fogatas a modo de jalones.
Parroquia de Cachi: construida en el año 1796, sus espléndidas líneas arquitectónicas constituyen una valiosa herencia colonial. Declarada Monumento Histórico Nacional en 1945.
Cementerio: construido con un diseño que responde a la arquitectura de la época y ubicado en una cima desde donde se aprecia una vista panorámica del pueblo.
Centro de artesanías folclóricas: se exhiben para su venta piezas artesanales elaboradas por auténticos artífices de la zona.
Museo Arqueológico: es una imagen de cómo y en que forma vivían quienes habitaban estas tierras antes de la llegada del conquistador. Contiene piezas de extraordinario valor extraídas de los Valles Calchaquíes.
Antigales: cápsulas del pasado con informaciones detenidas en el tiempo. Yacimientos arqueológicos que dan cuenta de pasadas civilizaciones indígenas, entre los cuales podemos citar a: Antigal El Tero, Ruinas Las Pailas, destacándose el de Puerta La Paya, constituidas por un conglomerado con murallas de circunvalación, tumbas circulares de piedra y donde se destaca una estructura discordante, un antiguo edificio llamado Casa Morada del Inca.
Valle de Cachi: lugar de belleza singular, fértil hondonada surcada por los ríos Cachi, Las Arcas y Las Trancas, con sus aguas eternas de deshielo.
Fuente: La Capital
http://www.lacapital.com.ar/ed_turismo/2010/2/edicion_70/contenidos/noticia_5136.html