La excursión comienza saliendo desde Puerto Pañuelo, ubicado a 25 kms de Bariloche, frente a mítico hotel Llao Llao.
A bordo del catamarán Kaiken Patagonia, comienza la navegación por el Nahuel Huapi hacia el Brazo Tristeza.
El Brazo Tristeza es considerado un fiordo de origen glaciario, ubicado al suroeste del lago Nahuel Huapi. En este sector del lago, se pueden ver muy pocas playas, donde las montañas boscosas caen de forma abrupta sobre el lago. En las rocas se pueden ver los surcos dejados por el paso de los glaciares, hace unos 5000 años.
Al ingresar navegando al Brazo Tristeza, vemos como las aguas comienzan a calmarse, ya que están protegidas por las montañas, y vemos como el bosque comienza a conformar una tupida Selva Valdiviana, tal como se denomina al bosque en aquellos sectores del Parque donde se recibe mayor cantidad de precipitaciones.
El sector oeste del Brazo es una Reserva Natural Estricta, que protege numerosas especies. Allí encontramos en su habitat al Huillín (Lutra Provocax), un mamífero autóctono de hábito acuático que se alimenta de crustáceos, peces y moluscos.
El huillín es tambien llamado gato o nutria de agua dulce, su cuerpo mide 70 cms de largo, con una cola de alrededor 40 cms y su figura es el símbolo del Parque Nacional Nahuel Huapi. Su piel es negra castaña arriba, y beige en el vientre. Su aspecto es de un gato largo, con cuello estirado.
Si bien, es dificil avistar el Huillín, tambien se pueden observar numerosas especies de aves, desde cóndores hasta aves acuáticas y de bosque.
Desde la embarcación, se puede admirar el Monte Tronador de 3450 metros, que se muestra con sus glaciares y nieves eternas.
Al llegar al final del brazo, se puede desembarcar y realizar una caminata de escasa dificultad, hasta llegar a la cascada del Arroyo Frei, que debe su nombre al ingeniero Emilio Frei: fue quien desde 1895 integró la comisión de límites encabezada por el Perito Francisco Moreno, y fué el primer intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, el primero del país.
El Arroyo Frei está en el corazón de la selva, un lugar ideal para dejarse maravillar y conectarse con la naturaleza.
La cascada sorprende a los visitantes, ya que aparece en medio de los arboles de la selva, donde las aguas bajan raudas y furiosas, dejando a las piedras de granito como un terreno jabonoso donde se dificulta hacer pie.