Nico Bettinelli, es el encargado del Refugio Otto Mailing, en el Cerro Tronador, situado a casi 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar sobre un filo rocoso que divide los glaciares Castaño Overo y Alerce.
En el lugar, además de los servicios de pernocte, comidas y bebidas a toda hora, los visitantes pueden contratar el servicio de Guías de Montaña habilitados por la Administración de Parques Nacionales, y debidamente capacitados para el desarrollo de las actividades.
Hay gran variedad de excursiones que van desde niveles muy básicos para público sin experiencia hasta las de más exigencia física y de nivel técnico.
Pero para situarnos en estas vacaciones súper especiales, literalmente en medio de la montaña, inmersos en uno de los paisajes más bellos de la Patagonia,cabe señalar algunos datos. El Tronador se eleva hasta los 3.500 m.s.n.m., y se encuentra cubierto por cerca de diez glaciares que descienden muy lentamente por sus laderas hasta cotas de alrededor de 1.500 metros.
El gran diámetro de la montaña -15 km aproximadamente- le otorga una pendiente muy suave en relación con su altura. De hecho eso colabora en gran medida a preservar sus glaciares, a pesar de la latitud en que se encuentra ubicado, favoreciendo de esta manera las actividades deportivas en toda su extensión.
Es por esto que el Tronador -a solo 80 km de Bariloche- es una de las montañas preferidas para la práctica de la escalada en hielo, las travesías que unen diferentes puntos de interés por encima de los dos mil metros, el ascenso de las tres cumbres principales y otras de menos altitud pero de singular belleza.
Nicolás contó a Turismo que "la mayoría del público es nacional, y se trata de gente que quiere en sus vacaciones conocer un lugar en donde el contacto con la naturaleza es pleno, y por ello son cada vez más los que se deciden a realizar alguna de las actividades que ofrecemos en la montaña. No creo que busquen desafiar sus limitaciones ya que se plantea que la elección de las excursiones este acorde al nivel físico y técnico de los clientes".
Lo interesante es que quienes se enteran del Refugio y llegan para pasar unos días allí realizan diversas excursiones que por lo general -o en el imaginario colectivo- se reservan a gente más experimentada en montañismo. Aquí hay posibilidades para todo tipo de público, entre ellas la más requerida es el trekking sobre el Glaciar Castaño Overo, porque es sencilla e impactante.
"Los participantes son por lo general grupos de amigos amantes de trekking, grupos familiares generalmente con niños, ya que los padres quieren fomentar en sus hijos esta pasión por la montaña, personas que están interesadas en familiarizarse con la actividad y el manejo de equipo para algún día poder moverse de forma autónoma", relata Berdinelli.
A cargo del Otto Mailing desde hace ya quince años, Nicolás comenzó a los 23 a trabajar en el lugar, considera sin titubear que este es su lugar en el mundo. Además de los parajes naturales y de las posibilidades de explorarlos de mil y una formas, desde caminatas cercanas hasta escaladas y travesías de varios días, lo que seduce a los viajeros es la calidez en la atención.
"Me ayudan en esta tarea un grupo de amigos de los cuales algunos están a cargo de atender el Refugio -los refugieros-, y otros de realizar las excursiones -los guías de montaña-. Entre todos llevamos adelante el proyecto de forma muy organizada y divertida a la vez" enfatiza. Y es precisamente esa organización de amigos la que convierte al Mailing en un sitio especial.
Con una capacidad máxima de 40 personas, aunque esperan en el corto plazo poder ampliarlo al menos a 60, brindan además del alojamiento la posibilidad que sus huéspedes desayunen, almuercen, merienden y cenen por precios módicos, y también pueden utilizar la cocina por su cuenta.
Fuente: Los Andes Online
http://www.losandes.com.ar/notas/2010/2/7/turismo-470486.asp