Conocer las cataratas del Iguazú no sólo debería ser un privilegio para algunos sino un derecho de todos. Es más, sería bueno que fuera obligatorio (con el perdón de la palabra) para que todo el mundo pudiera tener la posibilidad de admirar de cerca esta maravillosa obra de la naturaleza, pero seguramente proyectada por la mano de Dios. Pardos y gigantescos paredones de roca, inmaculadas cortinas de agua que se precipitan al abismo acompañadas de un rumor que enamora, que emociona, que hace vibrar hasta el más fuerte. Y el verde de la selva que desborda, aquí y allá, a ambos lados de ese río Iguazú que tanta fuerza tiene, pero que inevitablemente pocos kilómetros más adelante morirá rendido ante el majestuoso Paraná. Recorrer las pasarelas sobre los saltos del lado argentino y admirar el paisaje desde el lado brasileño es una sensación única, llena de magia. Literalmente un impacto directo al corazón.
La provincia de Misiones se encuentra ubicada al noroeste de la República Argentina, limitando al norte, este y sur con Brasil, al oeste con la República de Paraguay y al suroeste con la provincia de Corrientes. Sin dudas, el principal atractivo turístico de esta provincia consiste en esta falla geológica de 275 saltos de hasta 70 metros de altura, y una extensión de 2.700 metros capaz de dejar pasar, en términos medios, 1.500 metros cúbicos de agua por segundo. Las cataratas son una de las indiscutidas maravillas naturales y todavía hay tiempo para votar por ellas para que sean una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Esta gran cascada original se ha convertido en dos grandes arcos sinuosos, siendo el salto más imponente del conjunto Garganta del Diablo, de casi 80 metros de altura y ubicado en territorio argentino. La llegada hasta este lugar requiere de una caminata por senderos y pasarelas en donde se puede apreciar la fauna y flora del lugar. En el trayecto se atraviesan varias cascadas pequeñas y se pueden cruzar animales un tanto extraños para el común de la gente. En este lugar conviven 450 especies de aves, las que se dejan ver sin timidez en las primeras horas de la mañana y al atardecer, pudiendo observarse con facilidad tucanes, urracas, teros, loros de diferentes tipos y tamaños, vencejos (esta última especie exclusiva del área de las Cataratas del Iguazú). También se encuentran otro tipo de animales como coatíes, serpientes, mariposas, cuises y tortugas de agua, sólo por mencionar algunos.
A cientos de metros de la Garganta del Diablo, uno comienza a sentir el ruido del agua que estrepitosamente cae desde las alturas aunque nada hace presagiar el inconmensurable fenómeno. Sólo al llegar al mirador se observa en su totalidad y se puede admirar tanta energía y belleza que inevitablemente nos hace pensar cuan pequeños somos como individuos en este mundo.
Partiendo desde el mirador, que recuerda por su figura a un faro (aunque algunos le digan monumento a la jeringa) y se destaca del entorno por su color blanco, se desciende por numerosas escalinatas hacia el río Iguazú y se transita por un bello sendero pedestre, sombrío y húmedo, rodeado por la exuberante selva misionera. Desde allí se puede disfrutar de una hermosa vista de la parte inferior de los saltos.
Comenzando la visita en el salto Lanusse y pasando por el Alvar Núñez Cabeza de Vaca, se llega a un espléndido punto panorámico desde donde se tiene la primera vista de la Garganta del Diablo. Avanzando un poco más se puede observar la isla San Martín y a su derecha el salto del mismo nombre. Al final del sendero se encuentra el salto Bossetti, el lugar perfecto para empaparse, abrir la boca y beber de un sorbo las infinitas microgotas de agua, refrescarse, fotografiarse y tener un contacto íntimo con la naturaleza. El salto Dos Hermanas completa el circuito.
Se parte del mismo lugar antes mencionado, recorriendo, como el nombre del paseo lo indica, la parte superior de las caídas de agua. El punto de observación desde un nivel más alto cambia por completo la visión del paisaje. Se puede ver prácticamente desde nuestros pies como caen las turbulentas aguas para, más abajo, transformarse en nubes. De esta manera visitará nuevamente el salto Dos Hermanas, el Bossetti y el Chico, que será un pequeño adelanto de la imponente Garganta del Diablo.
Otros paseos que se pueden hacer dentro del parque son el Sendero Verde, que es un camino alternativo hasta la estación Cataratas y a los circuitos Inferior y Superior que pasa por un área de bañado. La isla San Martín (si el nivel del agua lo permite), es el corazón de las cataratas y ofrece vistas espectaculares desde una formación rocosa llamada "La Ventana". El Sendero Macuco, es un impresionante recorrido de 3,2 kilómetros lleno de belleza silvestre que lleva al salto Arrechea. El Centro Comercial ofrece productos regionales, artesanías comercializadas directamente por los aborígenes, teléfonos, internet y cajero automático.
Además de estos circuitos, se puede pasear en el tren ecológico, que recorre la selva a un costado del río Iguazú. En uno de los accesos al parque se encuentra un anfiteatro, un museo con información de la selva y de la historia de la provincia, sanitarios, primeros auxilios, restaurantes, pizzerías y kioscos. Es bueno aclarar que estos últimos establecimientos no se destacan por sus precios accesibles y populares ya que un agua mineral de 750 cc. cuesta 12 pesos, una gaseosa chica, 10; una cerveza de 330 cc., 13; un sandwich de milanesa 35; uno de jamón y queso, 18; una hamburguesa, 30; una ensalada de verduras, 20; una de frutas, 15; y un helado de palito, 10 pesos. Del otro lado del río, en el lado brasileño, es posible encontrar grandes restaurantes con tenedor libre por 35 pesos más la bebida. Por lo tanto, no está mal la idea de, antes de ingresar al parque, darse una vueltita por algún supermercado y comprar algo para picar mientras se recorren los saltos.
Pero también se puede tener una visión diferente de las cataratas y es visitándola de noche con los "Paseos de Luna Llena", los que se realizan cinco noches al mes. Las próximas lunas llenas del año serán el 25 de julio, 24 de agosto, 23 de septiembre, 22 de octubre, 21 de noviembre y 21 de diciembre. Se pueden hacer consultas al mail info@iguazuargentina.com; o en la página web www.iguazuargentina.com
Ruinas de San Ignacio: Entrada $20; jubilados, $15 (menores de 6 años, gratis).
Minas de Wanda: Entrada $10 (menores de 10 años, gratis).
Parque Nacional Argentino: Entrada $25; jubilados, $10 (menores hasta 12 años, $10; menores de seis, gratis).
Parque Nacional Brasileño: Entrada $60.
Safari Macuco (paseo en gomón semirrígido): $200.
Parque de las Aves. Entrada $50 (hasta 8 años sin cargo).
Ciudad del Este. $50 (hasta 12 años sin cargo).
Fuente: La Capital Turismo