Cerca de Malargüe, una sucesión de atractivos naturales invita al turismo aventura, además del esquí en Las Leñas.
Ernesto Del Gesso-Licenciado en Historia, jubilado.
Al sur de Mendoza y cerca de Malargüe, la original arquitectura hotelera de Las Leñas enmarca las actividades alternativas que sugieren realizar los valles antes y después de esquiar, como cabalgatas, travesías en motos de nieve y en 4x4 y trekking. Eso sí: desde el punto de vista económico, el lugar no es muy accesible en temporada Alta.
Cerca del centro invernal se encuentra un sitio imperdible: la laguna de la Niña Encantada, semioculta entre rocas que emergen a poca altura. Aparte del encanto natural, atrae con una leyenda indígena. Alrededor crece el autóctono pastizal, corretean lagartijas entre piedras y se ven patos y pájaros. Al atardecer, las aves, de plumajes coloridos, se deslizan suavemente sobre el agua transparente.
También es posible observar cóndores que despegan y planean en círculos sobre los turistas. El espectáculo de la laguna no decae siquiera en invierno, cuando la temperatura baja considerablemente y, cubierta de nieve, se congela en toda su extensión.
Los que no son tan duchos para esquiar también pueden ir a las termas de la zona y admirar las formaciones naturales de La Payunia, Castillos de Pincheira, Caverna de las Brujas y Pozo de las Animas. No se van a arrepentir.
Fuente: Clarin Turismo
http://www.clarin.com/suplementos/viajes/2009/08/30/v-01988416.htm