Sin nieve, ni gélidos atardeceres, Las Leñas en verano parece un gran parque de atracciones del deporte aventura. El centro de esquí del sur mendocino es elegido por los turistas que buscan deportes extremos, actividades al aire libre o los que sólo quieren disfrutar de la inmensidad de las montañas y descubrir sus valles y lagunas.
La lista de actividades en verano supera a la del esquí. Los paquetes incluyen cabalgatas entre los cerros, travesías en bicicleta y en cuatriciclo en familia, escalada, buceo y recorridos a puro remo. "Los turistas se llevan una gran sorpresa al descubrir el lugar", dijo Fernando Passano, coordinador de actividades de montaña. La empresa operadora Valle de las Leñas calculó que cerca de 20 mil turistas visitaron el lugar desde que abrió esta temporada, el 28 de diciembre. "Hemos tenido un 30% más de ocupación con respecto a la temporada pasada. Así se está recuperando la ocupación histórica del valle", comentó Passano.
El valle de Las Leñas está ubicado a 450 kilómetros de la ciudad de Mendoza. Es elegido por familias o grupos de jóvenes que buscan actividades al aire libre, con distinto nivel de dificultad. Cada salida lleva un guía de montaña y los grupos se arman en función del grado de dificultad que están dispuestos a sortear los turistas. Los chicos, a partir de los 10 años, tienen actividades propias. En equipos, se realizan cabalgatas, escaladas y paseos en bicicleta con recorridos más simples.
Las telesillas, que en invierno son utilizadas para acceder a las pistas de esquí, ahora sirven de medio de movilidad. Los turistas alcanzan los cerros y pueden hacer caminatas, en pendientes pronunciadas, por la pista Minerva hasta llegar al Parador Olympos. Desde allí se puede contemplar una vista panorámica del valle.
En esta temporada, en la que la nieve casi no estuvo presente, los turistas se inclinaron por las cabalgatas en la montaña. "En especial, la salida a los valles del azufre, en un recorrido de tres horas hasta el Valle Hermoso", dice Passano; que recomienda esta actividad por ser muy romántica. Para los más arriesgados, el atractivo de la temporada fue la tirolesa del grito. Son dos cables que pasan de un valle al otro, con 50 metros de altura y un recorrido de 300 metros.
Fuente: Clarín
http://www.clarin.com/diario/2010/02/12/sociedad/s-02138536.htm