A 150 kilómetros al norte de la ciudad de La Rioja y por la ruta 75, descansan pueblos sumergidos en el silencio. La Costa riojana, al pie de las Sierras de Velasco está conformada por una cadena de pueblos, de menos de ochocientos habitantes, rodeados de pinos, nogales y álamos.
Aquí, los pequeños productores vitivinícolas idearon un nuevo circuito de vinos artesanales, que involucra a ocho establecimientos situados en Sanagasta, Huaco, Agua Blanca, Aminga, Anillaco, Los Molinos, Anjullón, San Pedro y Santa Vera Cruz.
Ellos son los responsables de la elaboración de vinos caseros que hacen con "muy buenas manos": varietales como Malbec "casero"; Torrontés blanco y vinos dulces como "añejo" cocido, que se valen de las técnicas ancestrales y hacen de su labor una experiencia para compartir.
Fuente: Los Andes Online