Los Jesuitas fueron antiguos pobladores de nuestro país, que se fueron asentando en diferentes lugares
En Argentina, se fueron creando diversas rutas de los jesuitas, que reflejan un recorrido por las ruinas que estos dejaron, los centros educativos y las estancias que poblaron los integrantes de la Compañía de Jesús en su paso por el país.
En Córdoba se encuentra la Manzana Jesuítica, donada en 1599 por las autoridades del Cabildo a la Orden Jesuita, donde se puede ver la Capilla doméstica, la Iglesia de la Compañía, la Universidad y el Colegio Monserrat.
Alrededor de esta sede cordobesa, se encuentran famosas estancias jesuíticas que hasta el día de hoy se pueden visitar: Santa Catalina, Jesús María, Caroya, Alta Gracia y La Candelaria.
Estas estancias se organizaban en torno a una iglesia o capilla, y a a fines del año 2000 fueron declaradas Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO junto a la Manzana Jesuítica.
A 44 km al norte de la ciudad de Córdoba, encontramos la estancia Caroya que fue fundada en el año 1616.
Siguiendo 4 kms al norte, encontramos la estancia de Jesús María del año 1618. Desde 1946 allí funciona como Museo Jesuítico Nacional, que atesora una gran colección de objetos artísticos y documentos de la época.
A 70 kms de Córdoba capital, se encuentra la estancia de Santa Catalina del año 1622, que es la más grande de todas. Para recorrerla hay que pedir permiso, ya que gran parte de sus habitaciones están ocupadas.
A 36 kms al sudoeste de la capital, encontramos la estancia de Alta Gracia, fundada en el año 1643, donde podemos visitar la iglesia que presenta una particular fachada sin torres, algo muy poco habitual en Latinoamérica. En lo que era la residencia, hoy funciona el Museo Nacional Casa del Virrey Liniers.
La última estancia fundada en el año 1683, es La Candelaria, que a diferencia de las otras estancias, tuvo que enfrentarse en reiteradas ocasiones con el asedio de los malones de aborígenes, es por eso que parece un fortín, con murallas perimetrales y una única puerta de acceso.
Las misiones jesuíticas eran pueblos organizados en torno a una plaza con una iglesia y un edificio en el que se ubicaba la residencia de los padres y los talleres. Alrededor de la plaza, se agrupaban barrios de casas largas en los cuales había viviendas individuales y convivían distintas familias indígenas. Originariamente eran edificios de madera y adobe con techos de paja que, por los reiterados incendios, fueron reemplazados por tejas cocidas.
En la provincia de Corrientes las misiones jesuitas ocuparon cuatro localidades: Yapeyú, La Cruz, Santo Tomé y San Carlos.
Yapeyú fue la primera y una de las más grandes e importantes. En La Cruz, se puede ver el único reloj de sol que sobrevivió a las misiones, y en la localidad de San Carlos, se puede ver la reducción que más restos conserva.
Las ruinas de las Misiones Jesuíticas Guaraníes fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en el año 1984.
En Santa Ana, a 40 kms de la ciudad de Posadas, se encuentran las primeras reducciones, que a pesar de los avances de la selva, se distingue la plaza central, la iglesia, las viviendas, los talleres y el cementerio.
En la localidad de Loreto se ubican las ruinas de la misión de Nuestra Señora de Loreto, de la que quedan pocos testimonios. Este fue uno de los pueblos jesuíticos más importantes por su gran producción de lienzos y yerba mate, y contó con la primera imprenta de la época.
En plena localidad de San Ignacio, a 63 kms de Posadas, se encuentra la reducción de San Ignacio Miní, donde se pueden ver los restos de gruesos muros rojos y se puede disfrutar de un magnífico espectáculo de luz y sonido que recrea la vida cotidiana las misiones.
En la localidad de Aschango, en la tierra del sol, se puede conocer la capilla jesuítica que data del año 1665 y que, como particularidad, posee piso de tierra recubierto con alfombras tejidas.
Los jesuitas llegaron en el año 1670 a la provincia de Tucumán para evangelizar a los indios lules, se creó una misión jesuítica a orillas del río.
La iglesia de la localidad posee un museo con documentos históricos, planos y restos de vasijas de los jesuitas.