Es un recorrido por los testimonios geológicos, étnicos y naturales que le dan identidad a la región. Colón fue fundada por Urquiza en 1863 por pedido de inmigrantes valesanos, suizos y piamonteses de la colonia San José (a 11 km de Colón) y alrededores que necesitaban una salida para su producción local hasta el puerto de Buenos Aires.
Viejo molino harinero de los inmigrantes suizos. Encierra una historia de progreso y frustación que vale la pena conocer. Debiéndole el nombre a su creador, el suizo Juan Forclaz, que a falta de las condiciones propicias ingenió una modalidad distinta que puso en funcionamiento este Molino, al estilo holandés. Al no existir vientos fuertes, Forclaz modificó el mecanismo de molienda al más usual, utilizando el sistema de tiraje de mulas. En 1985 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Testimonio tangible del poderío económico de la Inglaterra de principios de siglo, se destaca por su valor arquitectónico y urbanístico: conserva las construcciones de tipo Inglés – desconocidas en la zona- en torno a un particular frigorífico dedicado especialmente a la producción de extracto de carne y corned beef (carne en lata). El impacto económico que tuvo la Liebig en la región fue enorme: constituyó en 60% del desarrollo comercial de la ciudades de Colón y San José, donde habitan muchos de los obreros que trabajaban en Fábrica Colón. Asimismo surgieron otras localidades como El Colorado y El Brillante para dar cabida a esos operarios. Ofrece casas de té, artesanías, pesca y una recorrida por el viejo frigorífico "Fábrica Colón".
Conserva restos fósiles de 13 y 15 millones de años, tetimonio arqueológico de los comienzos de la vida en la zona.
Paraje "de los troncos petrificados". Allí exísten reliquias naturales de otras eras geológicas, a lo que se suma el misterio de las piedras semipreciosas extraídas en la zona.
Cuna de la colonización, cuenta con un museo hitórico regional interactivo, simbolo de la herencia cultural de los inmigrantes. Como así también un complejo termal y blaneario.
A 30 km de Colón, Villa Elisa conserva mucho de la tradición colonizadora. El museo (un viejo casco de estancia) atesora testimonios de la vida de inmigrantes suizos, franceses y piamonteses. Como atractivo ofrece su Tren Histórico al Palacio San José y la Termas Villa Elisa. Muy cerca las colonias Hocker y El Carmen son una opción interesante de turísmo rural.
A menos de una hora de Colón, este Parque Nacional reúne varios ecosistemas por su flora, su fauna y su proximidad al Río Uruguay. Las palmeras en terrenos altos, la selva en galerías en la zona baja, próxima al río y surcada de arroyos. Se pueden avistar zorros, lagartos, vizcachas, capinchos, ñandúes, ciervos y toda clase de aves.
Establecimiento privado frente a El Parque Nacional del Palmar, sobre la Ruta 14. Es un refugio de vida silvestre que protege a un bosque de Palmeras Yatay. También dedicado a la ganadería, la forestación (pinos y eucaliptos) y cítricos. Ofrece cabalgatas, trekkinng, paseso motorizados, avistaje de aves y safaris fotográficos.
Fuente: Colon.gov.ar