En la década de los 90, se inició un camino ascendente para la vitivinicultura argentina, cuando las bodegas iniciaron su modernización y desarrollo. En un entorno paisajístico inigualable, las bodegas y viñedos reciben turistas todo el año, especialmente en Mendoza, San Juan, Cafayate y Patagonia, aunque se extendieron a otras regiones del país.
Las bodegas dejaron de ser plantas de elaboración para pasar a ser un lugar para conocer mucho mas sobre el mundo del vino, en un entorno agradable para el esparcimiento y relax.
Argentina está dentro de los primeros cinco países productores y consumidores de vinos a nivel mundial, así nacieron los llamados Caminos del Vino, entonces entre las Bodegas de Argentina se conformó una comisión de Enoturismo para trabajar unidos y ampliar sus servicios.
En Mendoza tuvieron que unificar criterios en las subregiones, con señalización y estandardización del nivel de oferta y servicio.
En el Valle de Tulum, en la provincia de San Juan, es otra provincia donde se puede experimentar la cosecha en temporada, recorrer viñedos, degustar vinos y productos regionales.
Otra provincia que tiene su propia ruta es Salta, que en el año 2011 inauguró el Museo del Vino como punto central de la ruta. Recorre el Valle de Lerma, por las ciudades de Yacochuya, Colomé, para finalizar en el sur en Cafayate, a más de 2.000 msnm.
En Neuquén es una región que creció mucho, y tiene sus instalaciones adaptadas para recibir turismo.