San Marcos Sierras es uno de los primeros reductos hippies del país, un lugar bello y silencioso que aún conserva la mística de aquellos días. Surcado por los ríos Quilpo y San Marcos, este bonito rincón escondido en las cerros cordobeses es ideal para una escapada en primavera... y en cualquier época del año.
San Marcos Sierras es, sin dudas, un pueblo encantador. Enclavado en las Sierras Chicas de Córdoba y custodiado desde lo alto por el Cerro de la Cruz y el Cerro Alfa, gira en torno de una típica plaza central –con la infaltable iglesia y la feria artesanal–, rodeada de barcitos y restaurantes. Sus dos ríos principales, el San Marcos y el Quilpo, son parte del atractivo entorno natural de este pueblo perdido en las sierras del Valle de Punilla.
San Marcos es uno de los tantos sitios “alternativos” que eligieron aquellos habitantes de las ciudades hastiados de la vida urbana. Aquí, los nuevos pobladores conviven en armonía junto a los descendientes de los antiguos pobladores –los comechingones– y los hippies de antaño que le dieron el aura que caracteriza a este lugar donde la vida transcurre lentamente y sin aparentes preocupaciones mundanas. Terapias alternativas, masajes, venta de miel, aceite de oliva y productos orgánicos son algunas de las delicias naturales que se pueden conseguir andando por sus callejuelas de tierra y vegetación tupida.
Fuente: Página 12 Turismo
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/turismo/9-1616-2009-09-13.html