Publicado: 19/12/2010
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Fuente: La Voz Turismo
Si la idea es sentar reales en la Ciudad Capital y, desde allí, recorrer las cercanías, la opción más a mano es el corredor de las Sierras Chicas, que ofrece más de 10 alternativas de este “turismo de escapadas”.
Desde Córdoba, la ruta E-55 lleva a La Calera y, desde allí, se suceden Saldán, Villa Allende, Mendiolaza y Unquillo, hasta llegar a Río Ceballos. Estas localidades se han convertido en parte del Gran Córdoba y muchos cordobeses que trabajan o estudian en la Ciudad Capital, viven por allí.
En ese trayecto, de pocos kilómetros, encontrará referencias históricas de orden religioso y cultural, como el dique Mal Paso, construido por los ingenieros Carlos Casaffousth y Eugenio Dumesnil, entre 1884 y 1886 (La Calera); un antiguo acueducto que conserva su estructura original (Saldán); una de las mejores canchas de golf del país (Villa Allende); profusas arboledas y nuevas urbanizaciones residenciales (Mendiolaza); la capilla Buffo y el museo Lino Eneas Spilimbergo (Unquillo), y llegará a Río Ceballos, el “corazón de las Sierras Chicas”.
A esta localidad también se puede llegar por la ruta E-57, que sale de Córdoba y pasa por Villa Allende, Mendiolaza y Unquillo, o por la ruta E-53, que lleva directamente desde la Capital, con estación de peaje a pocos metros del Aeropuerto Ingeniero Taravella ($ 2).
Desde Río Ceballos al norte, se encadenan sobre la ruta E-53 una serie de pueblitos con todo el encanto serrano: Salsipuedes, y su gruta dedicada a la Virgen de Itatí; El Manzano, desde donde se desvía para visitar la capilla de Candonga, a 10 kilómetros; Agua de Oro, con su río de aguas cristalinas; Villa Ani Mi y La Granja, con su perfil de gente a caballo y bares donde se reúnen los vecinos a desayunar y leer el diario, y al final del corredor, Ascochinga –que también cuenta con un interesante campo de golf– desde donde se puede viajar a La Cumbre, por el bello camino de las Siete Cascadas o hacia Jesús María, por la ruta E-66, para continuar por la ruta nacional 9 y visitar el norte cordobés.
La ciudad de Río Ceballos, por su cercanía con Córdoba Capital y la infraestructura de alojamiento y gastronomía, es ajena a la estacionalidad. Ya sea en escapadas de fin de semana o por períodos más prolongados durante el verano, el flujo de visitantes es casi permanente.
El corazón del centro urbano, sobre la avenida San Martín, es la Plaza Humberto Francia, más conocida como el Paseo de los Artesanos, que concentra la “movida” al atardecer de los días estivales.
Pero la ciudad cuenta con una historia y cultura que se concentran en algunas cuadras de la avenida San Martín, cuyas fachadas fueron restauradas.
La Reserva Hídrica Parque Natural La Quebrada, que alberga al dique homónimo, propone distintas actividades náuticas en vehículos sin motor. Por su entorno también se hacen cabalgatas por senderos que conducen a las cascadas Los Hornillos, Los Guindos y El Salto de la Estancita.
Para terminar la jornada nada mejor que disfrutar de las ofertas gastronómicas en alguno de los restaurantes y confiterías, propuestas en muchos casos con cocina de autor.
Fuente: La Voz Turismo
