El norteño pueblo celebra hoy sus patronales y el domingo 11 sigue la fiesta en el rancho de Doña Eleuteria.
El norte cordobés tiene "ese qué sé yo, ¿viste?", parafraseando a Horacio Ferrer en su Balada para un loco que inmortalizara con música de Astor Piazzolla. En esa geografía de cerros bajos, grandes extensiones y vegetación achaparrada, parece que la tierra tiene un mayor poder de atracción a los pies de sus habitantes y que se transmite a los visitantes.
Ahí, en ese paisaje, está enclavado Ischilín, a 120 kilómetros de Córdoba. Hoy, el pueblo –cuyo nombre en idioma aborigen significa "alegría"– nacido por primera vez en 1640 y recuperado hace una década por Carlos Fader, nieto del pintor Fernando Fader, celebra sus patronales, en honor a Nuestra Señora del Rosario del Milagro.
Para la fiesta, y por un aporte del Grupo de Artesanos y Amigos del Norte Cordobés, actuará el grupo Cacahuate Show, con entrada libre y gratuita.
La cita es en los fondos de la recuperada Escuela Museo Fernando Fader, donde se ha montado un espacio denominado "Patio ‘e la Cambicha".
Mieles y dulzuras. Pero la fiesta continuará el próximo domingo 11, desde el mediodía y hasta el atardecer, en el patio del "Rancho de Doña Eleuteria", frente a la plaza.
Allí se realizará la fiesta de las Mieles y Dulzuras de Ischilín, con entrada libre y gratuita y también organizado por el Grupo de Artesanos y Amigos del Norte Cordobés.
La idea que motoriza esta fiesta es seguir sumando espacios para que los artesanos de la zona tengan una vidriera y puedan ofrecer sus productos y, a la vez, reiterar la experiencia y logros obtenidos con la organización de la "Fiesta de las dulzuras criollas", que convoca todos los años hacia mediados de junio.
Pero, en esta oportunidad, la fiesta tiene un fundamento más en la investigación realizada por la Universidad Católica de Córdoba y la Universitá degli Studi di Ferrara (Unife), de Italia.
Con el lema de "Pequeños pueblos construyen una gran tierra: tejer un patrimonio común con los hilos de la tradición en el norte cordobés", se realizó un workshop internacional sobre "El desarrollo local y la valoración del patrimonio en el norte de la provincia". En mérito a ese máster internacional, se realiza ahora esta nueva fiesta, en una sola jornada, con la expectativa de repetir la convocatoria de la Fiesta de las Dulzuras Criollas.
Para ello, trabajan ya los artesanos en cestería de palma Caranday y paja de trigo; las tejedoras armarán un telar de pala, para mostrar esa antigua técnica, y no faltarán las sabrosas mieles con sus diversos sabores según las distintas flores autóctonas , panes caseros, pastelitos, tortillas y empanadas.
Muestra de pinturas. El arte también estará presente en la Fiesta de las Mieles y Dulzuras de Ischilín, con la muestra individual de las obras de la artista plástica Carmen Moyano, quien presentará en la hostería La Rosada, su última producción sobre el norte cordobés, con paisajes del propio Ischilín, algunas postas del Antiguo Camino Real y otras pinturas representativas de esa geografía norteña.
Cómo llegar
Desde Córdoba, por ruta nacional 9 norte, Colonia Caroya, Jesús María, Sinsacate, hasta desvío a la izquierda por ruta nacional 60 (a Deán Funes). Por esa ruta hasta Avellaneda y luego desviar a la izquierda hasta Ischilín (24 km de tierra). Total: 124 kilómetros.
Fuente: La Voz Turismo
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=556335