• Facebook
  • RSS
Publicado: 25/04/2010
Visto: 648 veces
Fuente: Clarín

A 35 km de la capital, una visita a sus museos y edificios coloniales. Además, en los alrededores, paseos y avistaje de cóndores.

Para los que piensan que el mundo turístico se divide entre "lugares con historia" y "lugares con naturaleza", Alta Gracia, en Córdoba, es una saludable excepción, que alterna paisajes serranos y balnearios con la estampa arquitectónica de su antiguo esplendor colonial. Tras la primera colonización de estas tierras habitadas por los comechingones, la historia del asentamiento comenzó por 1643, cuando Alonso Nieto de Herrera donó su finca y sus terrenos a la Compañía de Jesús. Por entonces, la ciudad de Córdoba -a 35 km- encabezaba la Provincia Jesuítica del Paraguay. La zona inició un auge económico que incluyó agricultura, ganadería y producción artesanal. Expulsados de América por la corona española en 1767, los jesuitas dejaron su impronta: frente a la plaza Manuel Solares, la antigua estancia sigue siendo el epicentro de Alta Gracia.

Liniers, el virrey

En la residencia principal se recorre el museo Casa del Virrey Liniers. El nombre no es casual: Santiago de Liniers vivió medio año aquí, entre el fin de su virreinato y su fusilamiento, en 1810.

Un retrato del ex virrey adorna una sala ocupada con muebles pertenecientes a sus herederos. Hay ocho visitas guiadas gratuitas por día y algunas noches se brindan representaciones teatrales o recitales de música. Desde la entrada que conduce al Patio de Honor y bajo las bóvedas de las galerías revive la época de las huertas y el comercio de mulas. Un mirador que da al lado norte de la construcción y a la iglesia contigua ostenta llamativos detalles barrocos. A un costado, en un obraje transformado en colegio se hacían trabajos en madera y cuero, con hornos. En tanto, el pequeño dique Tajamar, contenido por murallas de piedra, es hoy un paseo público.

En el Condorito

En los alrededores de Alta Gracia, las serranías y las hondonadas del valle de Paravachasca también invitan a recorrer. Hacia el noroeste, por el Camino de las Altas Cumbres se llega a la altiplanicie de la Pampa de Achala, donde el Parque Nacional Quebrada del Condorito propone diversos paseos y exploraciones. Desde el balcón que da a la famosa quebrada puede verse, a lo lejos, un río serpenteante.

De a poco, uno o dos cóndores jóvenes cruzan de lado a lado sobre el abismo. No muy lejos de las cumbres andinas, las aves encontraron en el paisaje de Córdoba un lugar a salvo de la amenaza del hombre. Hacia el sur por la ruta 5, se puede seguir al río Anisacate, que en su recorrido por el valle se encuentra con pequeñas villas serranas, como La Bolsa, Los Aromos, Anisacate y La Serranita. Paseos arbolados, callecitas con canales de riego y jardines que dan sobre la orilla convirtieron a estos lugares en refugios turísticos desde mediados del siglo XX. Entre población y población, el camino sigue hacia el sur, hasta la orilla norte del lago Los Molinos, donde termina el valle de Paravachasca y comienza el otro, ése que también merece ser visitado: el de Calamuchita.

Fuente: Clarín
http://www.clarin.com/suplementos/viajes/2010/04/25/v-02187288.htm


Más información de Córdoba y de Alta Gracia.

Comentarios
Notas y artículos
La magia de los castillos en las Sierras de Córdoba, un viaje al pasado La magia de los castillos en las Sierras de Córdoba, un viaje al pasado
Los hermosos castillos de las Sierras de Córdoba te transportarán a épocas pasadas y te permitirá explorar la historia y la arquitectura de los castillos que se erigen majestuosamente en medio de paisajes naturales deslumbrantes. Uno de los principales atractivos de las Sierras de Córdoba es el icónico Castillo de Caraffa, ubicado en la
Al sur o al norte, pero cerca Al sur o al norte, pero cerca
Alta Gracia es el portal del valle de Paravachasca, que se extiende entre los cordones serranos que lo abrazan por el noroeste y el sudoeste, cual herradura. Con un contundente perfil histórico-cultural, la ciudad complementa el pintoresco diseño urbano con una geografía de arroyos y balnearios naturales sobre el río Anisacate, que invitan al desarro
Vacaciones a puro arroyo, río y sol Vacaciones a puro arroyo, río y sol
En la variedad está el gusto, dice el dicho popular. Por ello las vacaciones en las sierras traen condimentos contundentes a los que elijan esa geografía. El entorno natural de frondosa vegetación a la vera de arroyos cerca de los balnearios naturales del río Anisacate, en Alta Gracia, invitan a la práctica de actividades al aire libre como ca



Turismo en Argentina :: Recorriendo Argentina los 365 días del año
Buscar hoteles en Alta Gracia
Fecha de ingreso:  
Fecha de salida:  
Notas y articulos
365argentina.com
La guía online de Argentina los 365 días del año
www.365argentina.com
Desarrollado por