Esquel ubicada en el noroeste de la provincia de Chubut, se encuentra en un lugar privilegiado de la precordillera, rodeado por altas montañas, bosques milenarios e impresionantes ríos y lagos.
Desde esta localidad se pueden realizar excursiones y paseos cercanos.
Esquel transmite su su origen galés en cada esquina, en sus típicas casas de ladrillo y techos a dos aguas, la gastronomía y la cordialidad de su gente.
El Parque Nacional Los Alerces tiene 263.000 hectáreas de montañas, lagos y bosques.
Villa Futalaufquen es el centro poblado del parque, donde se encuentran hosterías, restaurantes y un centro de información turística.
Desde allí parten varios caminos para realizar trekkings por la zona, u otros senderos vehiculares por los lagos.
A 25 kms de se encuentra la localidad de Trevelín, que significa “Pueblo del Molino” en galés. Es una pequeña aldea de cuento, llena de historias, relatos y una gastronomía heredada de los pioneros galeses que llegaron a la Patagonia a fines del siglo XIX.
El pueblito es pequeño, con calles tranquilas, ubicado entre bosques y montañas.
Hay que conocer el viejo molino harinero, el museo Nant Fach, la capilla Bethel, el Museo Regional y el Museo del Abuelo, y la Escuela Nº 18, donde las galeses tomaron la decisión de vivir bajo soberanía argentina.
En Trevelín, hay que tomar la difícil decisión de elegir entre las tantas casas de té del pueblo para degustar el famoso té galés, en sus tazas de porcelana y degustar la famosa torta negra con azúcar negra y nueces, emblemática de los galeses en la Patagonia.
Desde Esquel parte La Trochita, el Viejo Expreso Patagónico conducido por una locomotora a vapor del año 1922 que transita sobre una trocha angosta de 75 centímetros de ancho.
Recorre lentamente 18 kms hasta el paraje Nahuelpán, donde la locomotora descansa mientras los turistas comen tortas fritas, compran artesanía mapuche y visitan el Museo de Culturas Originarias.