El bosque, la estepa y la montaña de Chubut son los ingredientes de un paisaje de cuento para una ideal temporada invernal.
Le dicen el valle encantado. Esquel, en el noroeste de Chubut, es la puerta de entrada a un extraordinario paisaje andino, que la convierte en una de las insignias de la Patagonia. Con el centro de actividades de montaña La Hoya a sólo 13 km, la temporada invernal arrancó bien y siguió mejor: nieve y buen precio, un combo atractivo para los amantes de los deportes invernales. Cabalgatas, rafting, trekking, esquí, montañismo, combinados con paisajes increíbles, son una perfecta carta de presentación.
Además, no se necesita ser eximio deportista para disfrutar de la nieve, especialmente si la distracción es para la familia. La ciudad se destaca por su tranquilidad, y ahora también por su confort. Con un significativo crecimiento urbanístico (más de 40% en los últimos 5 años), y de los servicios -duplicó la cantidad de plazas-, cuenta con 3.200 camas en hoteles, departamentos, campings y cabañas.
Gracias a su característica de estepa y bosque, Esquel extiende su temporada alta: el clima seco hace que la nieve tenga mayor calidad y se mantenga por más tiempo en buen estado. Si bien el pico es en julio y agosto, hasta fines de octubre La Hoya se llena de turistas del mundo que llegan para disfrutar de su nieve.
Fuente: Clarin Turismo
http://www.clarin.com/suplementos/viajes/2009/09/06/v-01992846.htm