Catamarca: verano verde en el norte

Los paisajes catamarqueños tienen ese no sé qué. Cuesta del Portezuelo maravilla a los viajeros con sus verdes y sus imponentes cerros.

Cautivantes paisajes de montañas, cuestas, balcones naturales, valles, ríos, lagunas y diques. Atractivos históricos, arqueológicos y culturales, el legados de los pueblos andinos y calchaquíes, las pinturas rupestres de La Aguada; más la apacible hospitalidad de los catamarqueños. Qué mas se le puede pedir al norte argentino. Sin embargo, muchos desconocen la belleza y exuberante naturaleza que albergan las villas turísticas del este catamarqueño, ideal para disfrutar en época estival, rodeados de tranquilidad, frescura y cristalinas aguas. Un preciado tesoro para pasar los meses de verano y un verdadero recreo para los sentidos.

Las villas con sus calles rústicas, parecen salidas de libros de leyendas, sabores únicos, artistas que resguardan tradiciones centenarias y las creencias profundas que arraigan sus habitantes, son los ingredientes que hacen a ésta zona una de las más interesantes para recorrer, conocer y seguramente volver.

Dos circuitos son los recomendados. Desde San Fernando del Valle de Catamarca y hacia el sureste del territorio provincial se encuentra la Vuelta de Ambato. El epicentro es la localidad de El Rodeo que conquista con su belleza paisajística. Es una villa de montaña erigida al pie de las sierras y cruzada por zigzagueantes arroyos donde predominan sus chalet de tejados rojos mezclados entre cerros y valles y una frondosa arboleda.

A pura pesca

Una de las actividades más tentadoras es pescar rodeado de un reconfortante entorno natural. Otros puntos de visita interesante son la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, la Iglesia Vieja, el Cristo Redentor, el Cerro Pelada del Fraile, las cañadas y el cerro Manchao.

Más pintorescas villas veraniegas se alzan en su cercanía sobre el faldeo oriental del cerro Ambato que alcanza los 1.550 metros sobre el nivel del mar. A solo 50 kilómetros de la ciudad capital y enclavada en húmedas laderas, se encuentra la tranquilla villa serrana Las Juntas. Su nombre deriva de la confluencia de los ríos Las Trancas y La Salvia, que invitan a darse un baño en sus aguas cristalinas, hacer trekking, cabalgatas, pasear por los puente colgantes que unen ambas márgenes del río, pescar truchas y apreciar sobre las laderas las terrazas de cultivo que dejó la cultura Aguada.

Siguiendo unos 20 kilómetros por la ruta provincial N# 4, se llega a Las Piedras Blancas, localidad que se caracteriza por su clima variable entre el día y la noche. Un largo y serpenteante camino permite encontrar en la montaña las viviendas de las artesanas del telar.

Continuando por la ruta de ripio en perfecto estado, se llega a los pueblos de Humaya, Los Varela y El Bolsón para finalmente arribar a La Puerta. Desde esta pintoresca localidad y a tan solo 2 kilómetros del poblado, en Banda Sud, está Kipus, una fabulosa casa de campo que invita a almorzar, cenar o merendar respirando el aire de montaña.

En un entorno de nogales y pinos y las aguas cálidas del río del Valle, Kipus es ideal para disfrutar de sus variedades de té, delicias saladas y dulces caseros, que se conjugan con la posibilidad de formar parte de su elaboración. O bien saborear un asado al aire libre con pan casero, empanadas y ensaladas de la huerta.

El itinerario natural y recreativo por excelencia, se puede finalizar en Las Pirquitas donde su dique se mezcla con los cerros de mil tonalidades. La zona permite anexar actividades como campamentismo, distintas disciplinas acuáticas, pesca deportiva, trekking, montañismo y cabalgatas.

El otro circuito imperdible comienza trepando la Cuesta del Portezuelo. Su sinuoso camino permite apreciar los cambios de la vegetación que van desde los tonos verdes a las amarillas estepas. Por la ruta Provincial N# 2 se llega a Anquincila en el departamento de Ancasti. La villa está a1.050 metros sobre el nivel del mar y a 80 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca.

El Hostal homónimo, ofrece un lugar especial donde sentir la fuerza y energía de las montañas y ríos que la rodean. Su entorno brinda una apariencia de ensueño que seduce al visitante. Es un sitio ideal para alojarse y desde allí realizar visitas, excursiones y actividades turísticas por todo el este provincial.

Siguiendo el camino ripiado, y con ayuda de algún lugareño, se puede encontrar las moradas de artesanos de la cerámica con los que fabrican interesantes instrumentos de viento, tinajas para agua y ánforas. El sendero continua hasta la Villa de Ancasti, desde donde se puede recorrer la ruta sagrada de La Aguada. (Ver aparte). Para almorzar, la hostería de montaña Paso del Indio brinda comidas caseras y excelentes chivitos asados. Residencia ideal para quedarse unos días y perderse en las noches estrelladas y los sonidos de la fauna autóctona.

Amantes de la aventura

Los amantes de la aventura, la caza y los deportes al aire libre encontrarán en la Posada el lugar ideal para disfrutar actividades tales como polo, pato, alquiler de cuatriciclos y bicicletas, mini golf, crickert de jardín, cabalgatas guiadas y pesca. Durante el día, se puede partir a caballo o en cuatriciclo hacia la Laguna de los Patos, un coto de caza muy buscado por extranjeros. que gustan de este deporte.

Sobre una superficie de 300 hectáreas se encuentra el espejo de agua que se alimenta de un dique que está situado en las Termas de Río Hondo.

Los numerosos atractivos naturales se disfrutan a pleno desde sus balnearios. Los camping municipales Anquincila, Dique de Ipizca, Yerba Buena, Río Los Molinos y el Mojón, brindan excelentes comodidades y con todos los servicios. También, se puede conocer las ruinas de Villa La Vieja y la Iglesia de Ancasti fundada en 1748 y dedicada a la Inmaculada Concepción. Icaño en el departamento La Paz, es otros de las villas turísticas que deslumbra por su maravilloso entorno de pureza natural. Su camping a la vera del río, permite realizar actividades al aire libre junto a deportes no convencionales como la tirolesa, el puente del indio, escalada en roca y rapel. Un lugar especial es el parque Guallata Huasi que convoca los domingos a la esencia genuina de los artesanos, músicos y sus excelentes comidas regionales.

Con 3500 habitantes, Icaño es una caja de sorpresas inagotable, rincones inexplorados, paisajes contrastantes y nuevos caminos que se abren al turismo para conducirlo hacia el más puro goce de los sentidos. El repertorio incluye una flora y fauna rica y variada, sitios arqueológicos, monumentos históricos, fiestas populares, un pasado de culturas ancestrales, espejos de agua y espacios verdes.

La moderna Hostería Inti Punku brinda un calido lugar para entregarse al descanso y se destacan además otros atractivos como el museo provincial Nicolás de la Fuente emplazado en una elegante casona antigua, los artesanos del cuero, la pileta municipal, el vivero y a 15 kilómetros, el dique Motegasta donde se pueden extraer grandes ejemplares de pejerrey. El verano de ensueño se puede completar trasladándose hasta la localidad de Alijilán en el centro sur de la provincia, departamento Santa Rosa y a sólo una hora de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. El hotel boutique Posada del Cazador, es el lugar ideal para disfrutar de una excelente estadía.

Construido con una arquitectura colonial norteña del año 1810, este paraje de ensueño invita a relajarse, disfrutar de ricos asados y terminar la noche tomando champagne junto al fogón escuchando a músicos que deleitan con folclore tradicional.

Cuenta con una pequeña bodega con los mejores vinos argentinos, quincho con asador, piscina y exposición de carruajes antiguos. Un ambiente cálido y cordial y atención personalizada brindada por sus propios dueños.

Fuente: La Capital Turismo
http://www.lacapital.com.ar/ed_turismo/2010/1/edicion_65/contenidos/noticia_5082.html