La "Gran Logia de Argentina de Libres y Aceptados Masones" adquirió el predio en el año 1870, y se registran ampliaciones en 1879. El accionar de la Logia estaba orientado a manifestaciones culturales y de beneficencia, funcionaba allí una biblioteca y se editaron revistas locales. Tiene una planta simétrica, compuesta por tres prismas dispuestos alrededor de un patio de acceso que refleja su estilo neoclásico italianizante. Se llega al frontis del Templo, apoyado en dos columnas centrales, de estilo corintio y con símbolos propios de la masonería. Por no haber sufrido cambios, es testimonio de la arquitectura de la época, observándose incluso el ancho original de la vereda colonial. Es un conjunto de valor único en la ciudad, por su antigüedad y significado, ubicado en De la Nación 78.