Pinamar y Valeria del Mar se presentan como dos buenas opciones para las vacaciones. Mucha playa, sol, buena gastronomía y una movida actividada nocturna.
Pinamar y Valeria del Mar son dos opciones a la hora de elegir dónde pasar las vacaciones. En ambas localidades el viajero encontrará la posibilidad de disfrutar de la naturaleza, playas, vida nocturna y distintas actividades que harán por demás de placentera su estadía. Además ofrecen una excelente hotelería y gastronomía.
Los que decidan pasar unos días en Pinamar verán, al llegar, cómo se conjuga perfectamente el encanto y belleza de sus bosques, su costa y la infraestructura de los servicios. Esta ciudad está ubicada a tan solo 330 kilómetros de Buenos Aires y con autopistas en casi todo su trayecto.
El partido de Pinamar cuenta con más de 150 hoteles, apart hoteles, resorts & spa, tiempo compartido, hosterías, cabañas/bungalows y un número similar de restaurantes con propuestas gastronómicas para todos los gustos. Como esparcimiento Pinamar ofrece casinos, bingos, teatros, cines, campo de polo "La Herradura", clubes de tenis, cabalgatas, excursiones de aventura en vehículos todo terreno y cuatriciclos. Siendo un paraíso para los aficionados al golf ya que cuenta con tres canchas que se encuentran entre las mejores del país con un total de 45 hoyos. Los amantes de deportes náuticos encontrarán la posibilidad de realizar en nuestras playa jet-ski, vela, windsurf, surf, bodyboarding o pesca, con la realización de distintos eventos deportivos en temporada alta.
Esta ciudad es considerada uno de los centros turísticos de mayor jerarquía de la costa atlántica, debido a sus amplias playas, su belleza paisajística, sus espléndidas residencias y centros comerciales, todo producto de un cuidado plan de urbanización.
Posee un clima diferente, producto de una notable obra de forestación de los médanos originales que predominaban en la zona. En sus ondulantes calles, perfumadas por el aroma de los eucaliptos, cipreses, abetos, álamos, araucarias, sauces y aromos, se enclavan chalets que rivalizan en su buen gusto. Posee 30 kilómetros de playas de suave declive, con anchos de entre 100 y 200 metros, y con excelentes balnearios y paradores con todos los servicios.
En cuanto al turismo aventura, se puede trepar a los médanos en cuatriciclos, practicar sandboard, o realizar excursiones en jeeps con doble tracción.
En un ambiente agreste, verde, despreocupado y elegante a la vez, también se puede jugar al golf (en una magnífica cancha de 18 hoyos), realizar cabalgatas, tomar el té o un trago, y comer en algunas de sus innumerables confiterías y restaurantes. La pesca del tiburón y las travesías en la arena enriquecen el panorama de actividades de temporada estival. En cuanto al alojamiento, posee un gran número de hoteles, aparts, departamentos y chalets en alquiler para todos los presupuestos. La ciudad, abierta al turismo en 1943, es el fruto del trabajo pionero del arquitecto Jorge Bunge en los campos de Valeria Guerrero.
Fuente: La Capital Turismo
http://www.lacapital.com.ar/ed_turismo/2010/1/edicion_64/contenidos/noticia_5090.html