El Faro Recalada, fue inaugurado el 6 de enero del año 1906, es uno de los principales atractivos del balneario. Es uno de los más altos de Sudamérica con 67 metros, y ocupa el sexto lugar a nivel mundial entre los de estructura abierta, orgullo de Monte Hermoso y cumple 105 años.
Ubicado a 7 kilómetros del balneario, a la vera del camino costero que comunica con Sauce Grande, donde desemboca el río del mismo nombre, es uno de los lugares mas visitados, junto con el Museo de Ciencias Naturales.
Es un icono de un circuito turístico que integra el río Sauce Grande con su desembocadura y el balneario.
El faro puede ser visitado durante todo el año y también se puede recorrer el Museo Naval ubicado en el lugar, donde se exhiben piezas históricas, como textos, fotos de su construcción y partes, cartas navales, sistemas lumínicos y ópticos, entre otros.
El primer equipo de iluminación que tuvo el faro fue un Barnard-Barbier que tenía dos lentes de 180 grados, con una lámpara incandescente por vapor de petróleo, que emitía destellos blancos simples, cada cinco segundos.
En el año 1928 se le aplicó el sistema luminoso automático y en el año 1976 se lo sustituyó por uno giratorio con método óptico de lentes, que ahora está conectado a la red urbana de alumbrado con una lámpara de 1.000 wats.
El sistema es giratorio y cada vuelta completa dura 27 segundos, lapso en el cual se generan tres destellos con un alcance de 28 millas náuticas, es decir 53 kilómetros.
Al subir 327 peldaños de una escalera caracol, se puede ver Monte Hermoso, el balneario Sauce Grande y pequeñas lagunas, campos y bosques.
Su estructura es metálica, se apoya sobre una base circular de 20 metros de diámetro y está sostenida por nueve pilotes que llegan hasta más de nueve metros de profundidad.
La historia de los faros en Argentina reconoce como un hito importante el año 1881, cuando el entonces presidente Julio Argentino Roca creó la comisión de Faros y Balizas, con el objetivo de estudiar la señalización de la extensa costa atlántica.
El 22 de noviembre de 1881 se instaló una farola, con 12 millas de alcance, en la cima del accidente costero llamado Monte Hermoso, una colina muy particular ubicada sobre un médano cercano a Punta Alta, y ésa era la única señal para ingresar a cualquiera de los seis puertos de la ría de Bahía Blanca.
Entonces el ingeniero italiano Luis Luiggi, que dirigía las obras de la futura base naval de Puerto Belgrano, proyectó un nuevo faro con recalada en la bahía, que situó en el accidente costero Punta Catanga, a 11 kilómetros de la desembocadura del río Sauce Grande.
La construcción fue decidida por el Ministerio de Marina en 1904 y la dirección fue asumida por el mayor Adolfo Connor, que siguió el proyecto elaborado por el ingeniero italiano. La obra fue confiada a la Barbier, Bernard & Turenne París Constructeurs, la misma empresa que levantó la torre Eiffel, en París.
Según el archivo histórico, la torre del faro llegó en el vapor “Ushuaia” desde París, vía Buenos Aires, desarmada en unos 100 cajones, que fueron trasladados en lanchones a la costa de Punta Catanga.
El armado le fue encomendado a Luis Ortelli, un mecánico de la Armada que se había capacitado en París, y los trabajos comenzaron en abril de 1905 y culminaron seis meses después.
La construcción quedó emplazada en tierras que pertenecían a la estancia “El Recreo Viejo”, que luego fueron cedidas al Gobierno Nacional.
El faro depende del Servicio de Hidrografía Naval de la Armada, que junto con personal de la municipalidad de Monte Hermoso se encarga de cuidarlo y atender a los turistas que lo visitan.