Este partido se encuentra a sólo 310 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y se destaca como una excelente opción a la hora de pensar en un fin de semana de descanso.
Tomando la ruta 2 hasta Dolores, la 63 hasta la Esquina de Crotto, la 11 hasta Conesa y por último la 56, se llega a Madariaga. Es una localidad que retrotrae en el tiempo al rescatar la historia y las costumbres más íntimas de los argentinos.
Es un partido pequeño que muchas veces pasa por inadvertido y limita con los municipios de Maipú, General Lavalle, Mar Chiquita, Pinamar y Villa Gesell. Decenas de museos y casas históricas le otorgan reconocimiento a nivel nacional y lo transforman en un destino turístico de satisfacción garantizada.
Elogiado por sus parajes rurales y estancias antiguas de estilo arquitectónico rústico, resulta el lugar ideal para desconectarse y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Sin duda, la exaltación de las costumbres y la cultura se transforman en el mayor baluarte del partido.
La dirección de Turismo Municipal de Madariaga ofrece realizar a pie un circuito cultural que recorre el área céntrica de la ciudad vinculando puntos clave que narran su historia y reflejan el empuje de un pueblo gauchesco.
La estación de tren es una construcción inglesa declarada “Monumento Histórico y Patrimonio de la Cultura e Historia Madariaguense”. Es un verdadero foco de identidad que actualmente fue restaurado y acondicionado para que funcione la oficina de Turismo Municipal.
Calle Avellaneda es otro de los eslabones de esta cadena histórica que convoca a todos aquellos que estén interesados en pasar unas vacaciones rodeadas de naturaleza y buenas costumbres. Se llamaba “La Unión”, era el eje principal del pueblo ya que en ella se instalaron los principales negocios y se desarrollaban gran parte de las actividades.
Hoy en día continúa siendo el centro de la ciudad, el lugar que aglutina el movimiento y la dinámica activa de grandes y chicos que recorren negocios y edificios públicos.
Madariaga invita a contactarse y sumergirse en un entorno tranquilo, en el que se disfruta del aire puro, sol y agua.
La pesca es una de las actividades preferidas por quienes lo frecuentan dada la riqueza de sus lagunas. Una de las más reconocidas: Salada Grande.
Ubicada a 20 kilómetros de la ciudad, limita con el partido de General Lavalle, y cuenta con niveles de profundidad promedio de 2,80 metros. Es el lugar elegido por los lugareños y los visitantes para disfrutar una tarde de deportes náuticos como windsurf, kayak y remo.
Madariaga privilegia cultura y la historia, hace de los festivales autóctonos todo un acontecimiento y de la gastronomía, uno de sus puntos fuertes. Demás está decir que no hay mejor lugar para disfrutar de un buen asado una noche de verano. Vale la pena visitarlo.
Fuente: Notio