Desde Fiesta de la Flor comenzamos, nuestro tercer circuito tomando por la calle Juan Mateo Gelves, granadero oriundo de nuestras tierras que combatió en la batalla de San Lorenzo junto al Gral. San Martín; a continuación tomamos la Av. que lleva el mismo nombre y nos conducirá a la zona de viveros que comienzan en la intersección de la calle Mermoz, nombre del primer floricultor de Escobar. A pocas cuadras de aquí podemos visitar el Santuario de Nuestra Señora de Schoenstatt, su capilla emplazada sobre una lomada es digna de una postal. Los viveros además de ofrecer una variada oferta de flores, plantas, plantines, arbustos y aromáticas brindan asesoramiento al visitante y recomendaciones para sus jardines. A continuación y camino al Barrio Parque el Cazador podremos almorzar en alguna de las parrillas o restaurantes que se extienden hasta las orillas del Río Lujan.
En diagonal y a mano izquierda por la Av. Kennedy entramos a “El Cazador”, donde se destaca una plazoleta en homenaje a Florencio Molina Campos. Este barrio se caracteriza por tener prominentes barrancas que separan altas y fértiles tierras, de extensos bañados donde el trinar de los pájaros invita a soñar. Sobre esta Avenida, armonizando con el entorno natural veremos la Capilla Santa Teresita. Para apreciar las mejores vistas de Escobar solo tendremos que tomar por alguna de las callecitas que bajan la barranca o disfrutar del te de la tarde en la tradicional Hostería. Siguiendo por Av. Kennedy bajaremos la barranca y podremos contemplarla desde los bañados. También veremos “La Chimenea” de 43 metros de alto que testigo del tiempo perteneció a una antigua destilería que operó allí entre los años 1870 y 1890.
Para llegar desde aquí al Delta de Escobar hay dos alternativas con características diferentes: la primera recomendada para los aventureros y con movilidad adecuada es recorriendo los 5 kilómetros de camino mejorado que bordea la agreste ribera del Río Luján y llega a la ruta 25. La segunda es conectar esta misma ruta transitando las románticas calles de “El Cazador”.
Ya en la Ruta 25 dejando atrás el puente Gobernador Mercante entramos a la Isla de Escobar. Transitaremos un túnel vegetal formado por una gran cantidad y variedad de flora autóctona, típica de la zona ribereña que con un suave perfume a madreselvas acompaña al visitante hasta el río. A ambos lados del camino, los lugareños exponen sus producciones de miel, dulces y plantas.
Una vez en el Paraná de las Palmas, podemos visitar la feria de artesanos, recorrer el imponente río en Catamarán, pasear en las lanchas de pasajeros (medio de traslado isleño), conocer las islas del Delta Escobarense, acampar, pescar, realizar deportes náuticos, compartir un asado, una tarde de mates o simplemente descansar.
Fuente: Escobar.gov.ar