Hipólito Vieytes es un pueblo que bien puede pasar inadvertido cuando se transita por la zona de Magdalena. A 23 kilómetros de esta ciudad, sobre la ruta provincial 20, es apenas un conglomerado de no más de una docena de manzanas que se distribuyen a los lados de lo que supo ser la vieja estación de tren fundada en diciembre de 1892.
En este pequeño caserío de poco más de 300 habitantes que en diciembre último cumplió 117 años, el tiempo parece pasar lento.
De la vieja estación de carga hoy apenas quedan vestigios, y el principal atractivo está, sin duda, en el local que ocupa la veterinaria El Palenque, sobre la calle principal y frente adonde estuvieron los andenes ferroviarios. El edificio, construido en 1917, luce una fachada renovada y prolija, pero al cruzar la pesada puerta de madera, uno se encuentra con un viejo almacén de campo casi tal como era entonces. El viejo mobiliario de madera, las fotos, las antigüedades y toda la parafernalia campera que cubre las paredes y cada uno de los rincones y se apilan en los centenarios pisos de parquet, bien valen una visita. Es que El Palenque funciona hoy no sólo como veterinaria, sino como ferretería y también como punto de encuentro para los lugareños, que cuando pasan por aquí aprovechan para entregarse a la charla y tomarse alguna copita de las añejas bebidas que quedan por cajas en la casa del propietario, el doctor Carlos Travascio. Un hallazgo.
Fuente: La Nación Turismo
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1242798