Se trata de un barrio residencial que se encuentra separado del resto de la localidad por el arroyo Claromecó.
El lugar fue creado y forestado luego de una ardua tardea de fijación de medanos, por Ernesto Gesell y su familia.
Se destaca por su variada y frondosa vegetación, con añosos eucaliptos, álamos, pinos marítimos y tamariscos que se distribuyen dentro de su original trazado urbanístico. Construcciones residenciales y bellos jardines complementan un paisaje de incomparable belleza.